Por primera vez desde hace más de 20 años, el euro y el dólar han llegado a la paridad, es decir, valen lo mismo. Hasta ahora, el euro había sido una moneda más fuerte que el dólar. ¿Qué ha pasado para llegar a esta situación? Pues básicamente la subida de los precios de la energía y la inflación. Europa depende mucho más que Estados Unidos del petróleo y del gas natural ruso. El miedo a que por la guerra de Ucrania este suministro quede interrumpido, junto con la disminución del suministro del mismo por parte de Rusia, ha hecho subir mucho el precio, cosa que a la vez ha hecho aumentar la inflación.

Y esta paridad, ¿cómo nos afecta a los europeos? Pues nos afecta en 4 campos diferentes: en primer lugar, afecta a la compra de materias primas, las cuales se suelen comprar en dólares, cosa que hará que estas sean más caras. En segundo término, el precio de las exportaciones se reducirá: todo lo que nos compren desde fuera de la zona euro será más atractivo al tener precios equivalentes más económicos, eso comportará también un mayor crecimiento del PIB. En tercer lugar, las importaciones se encarecerán, ya que cualquier empresa de la zona euro que quiera comprar fuera pagará más de lo que hace unos cuantos meses. Finalmente, viajar fuera del país no nos saldrá tan bien como hasta ahora, todo lo que sea viajar a Estados Unidos o a países que utilicen el dólar se encarecerá. En cambio, para el turista extranjero que utilice el dólar será una buena oportunidad para visitar nuestro país, ya que disfrutará de más poder adquisitivo.