Con la nueva propuesta del ministro Escrivá sobre las nuevas cuotas que se quieren aplicar a los autónomos pronto no quedará ninguno. En estos momentos los autónomos pueden escoger su base de cotización, aquella sobre la cual cobrarán si están de baja o bien para calcular su pensión de jubilación. Este 2022 esta base va desde los 960,60 euros como mínimo hasta los 4.139,60 euros como máximo. Sobre esta base escogida libremente, los autónomos pagan un 30,6% de cotización (contingencias comunes: 28,30%, contingencias profesionales: 1,3%, cese de actividad: 0,9% y formación: 0,1%), quedando una cuota mínima mensual a pagar de 294 euros.

Y qué casualidad que más del 80% de los autónomos, suponemos que por falta de confianza en el Gobierno y con la Seguridad Social, escogen cotizar por el mínimo y, por lo tanto, pagar el mínimo, los 294 euros que hemos comentado. ¿Qué propone el ministro Escrivá? Pues que los trabajadores autónomos dejen de escoger libremente su base de cotización y que esta venga determinada por sus ingresos reales, cosa que hará que a algunos se les llegue a multiplicar por cuatro la cuota a pagar. Eso sí, a una ínfima minoría se les rebajará unos pocos euros. Para ponerlo en contexto, la cuota que se paga en algunos de los países punteros de Europa es la siguiente:

  • Países Bajos: 50 euros.
  • Reino Unido: 14 euros si los ingresos mensuales son inferiores a 600 euros o el 9% de los ingresos si se supera esta cifra.
  • Alemania: 140 euros si los ingresos son inferiores a 1700 euros mensuales.
  • Francia: entre el 12% y el 21% de los ingresos.

Al menos en este tema España es líder en Europa.