Tengo veinte años. Soy de Cardedeu, un pueblo donde todo el mundo es pijoprogre o cani. Ahí antes vivían tres payeses y algún visitante modernista: ahora está lleno de barceloneses y gente de Granollers que han llegado al lugar con la intención de respirar aire puro y evitar que sus niños la palmen de cáncer. Estudio Literatura y Lengua Catalana en la Autònoma. Leo mucho, desde siempre y en catalán. Soy clásica: Martí i Pol, Vinyoli, Ferrater, Marçal. Me encantaría ser profesora de instituto. En el perfil de Whatsapp tengo una fotografía donde salgo yo, con seis años, haciendo una cara de circunstancias tipo “¿qué está pasando aquí?”.

Juliana Canet Mireia Comas

Generación Z. No podéis vivir sin el móvil.
¡Hace sólo un año yo pensaba que era una millennial y ahora resulta que soy de la generación Z! Se supone que la cosa se refiere a las personas que hemos nacido de los noventa y pocos al 2000. Sí, supongo que compartimos una serie de referentes y de formación que nos hacen tener unas aspiraciones parecidas. ¿Vivir sin el móvil? También le sería muy difícil a la gente de tu generación. De hecho, tampoco nos ha marcado tanto. Yo nací en el 99, cuando internet todavía empezaba. En casa no tenía y no me conecté por primera vez hasta los siete años. La generación T, de tecnológica, sí que lo tiene más presente, como esos niños de dos años que ves en las salas de espera del médico entreteniéndose con una tablet.

La Wikipedia dice que tenéis déficit de atención y poco interés por la causas colectivas.
Esto del déficit de atención me lo tomo como un ataque personal, porque yo tengo TDAH y todo lo que se pueda tener. Esto de las causas y los proyectos colectivos es falso, lo habrá editado un señor viejo y borracho a las cinco de la mañana. Es justamente lo contrario, somos unos tocacojones y cada vez en más ámbitos.  

Instagrammer.
Me gusta tan poco esta definición que modifiqué mi entrada en la Viquipèdia para cambiarlo y no lo hice bajo seudónimo. Simplifica mucho las cosas, porque yo ahora mismo, por ejemplo, no produzco contenidos en Instagram. Soy una persona que cuenta cosas, algunas de ellas en Instagram, y cuando me dejan las explico en todos lados. Y ya está.

“Nunca acabaré de visualizar todo el contenido que hay sobre mí”

Casi toda tu vida se puede ver en vídeo. ¿Te expones demasiado?
A mí me gusta mucho y me parece súper bonito que me hayan grabado desde pequeña. Mi abuela ya lo hacía con mis tíos, con vídeos sin sonido. Mis padres también se grababan mucho dejando imágenes suyas por si acaso se morían, y te lo digo literalmente. ¿Me tendría que molestar? Al contrario: de hecho me apasiona la circunstancia de que nunca acabaré de visualizar todo el contenido que hay sobre mí, porque en casa tenemos muchas carpetas, año por año, con mucho material. Me encanta pensar que cuando tenga curiosidad podré descubrir algo que pasó pero que ya no recuerdo.

Fama. ¿Cómo lo llevas?
¿Qué fama? ¡Ni que fuera Britney Spears! A ver, que me reconozcan me afecta cuando voy al Canet Rock y mis 50.000 seguidores están allí, pero es que si tuviera sólo 10 también estarían todos allí, es una cuestión de target. Cuando salgo de estos entornos, quizás me para una persona cada semana en los Ferro para decirme que soy muy simpática, eso es todo. A veces, en la uni, quizás sí me siento más observada. Lo que sí me molesta es cuando la gente me chupa la polla elogiándome de una forma exagerada, especialmente en el sector de la comunicación, que “si tienes tanto talento y que si tal y cual”: eso me cabrea mucho más que un niño de 15 años pidiéndome una foto.

“Me molesta cuando la gente me chupa la polla elogiándome de una forma exagerada”

Juliana Canet Mireia Comas (3)

En español llegarías a mucha más gente con tus contenidos. El comentario lo debes escuchar a diario.
¡Pues me lo han dicho muy pocas veces! Sí que hay gente que me dice que podría hacer algunas cosas en castellano, pero todo el mundo que me conoce básicamente sabe que no lo hago simplemente porque no lo hablo bien.  

Masturbémonos en catalán.
Esto fue un tema que me propusieron en el Tot es mou de TV3, porque el Optimot había sacado un artículo sobre diversas formas de describir la masturbación en catalán. Tampoco me parece tan escandaloso hablar sobre cómo la lengua debe aplicarse a todos los ámbitos de la vida.

Normalizas el catalán en internet y así se acerca a los adolescentes.
Desde hace un tiempo esto me lo tomo como un deber. Porque yo primero empecé a hacer contenidos para hacer unas risas y jiji jaja, pero después empecé a ver que haciéndolo visibilizaba una lengua que, literalmente, se está puto muriendo.

Contaminas la lengua con anglicismos y castellanismos, dice el purista.
Mira, ahora mismo lo único importante es que hablemos en catalán. Carme Junyent dice que a medida que estudias una lengua te esfuerzas cada vez más en hablarla mejor, en cuidar la ortografía y etcétera. La gente que me critica, como los que se meten con Rosalía, son imbéciles. ¿Estamos haciendo contenidos en catalán mientras el resto del país se está tocando el toto o pasándose al castellano y lo que me criticas es que yo diga lo? Pues planteémonoslo, porque las personas hablamos así con normalidad en la calle y si yo me pongo a hablar un catalán súper correcto que no es el mío, no llegaré a las personas porque no seré natural. Hablaría un idioma diferente.

Hablas mucho de sexualidad femenina. ¿Todavía falta información a pesar de que formes parte de una generación que, en teoría, está sobresexualizada?
La educación sexual femenina me preocupa una locura. Piensa que a mí no me hicieron ni la charla aquella del plátano y el condón, y mira que yo estudiaba en un instituto bastante progre de Cardedeu. Todo el tema del órgano sexual femenino lo descubrí por mí misma, no tenía idea de nada. Si no lo hubiera hecho, yo podría perfectamente no tener ni idea de lo que es un orgasmo ni saber cómo llegar ahí. Hay muy poca información sobre sexualidad femenina y las personas con vagina todavía sufren los efectos.

Feminista.
Me siento súper cómoda con esta etiqueta. Era quizás el único hecho definitorio de mi personalidad desde los dieciséis años y ya me gustaba. Ahora quizás soy menos guerrera, porque con el tiempo una se vuelve más ñoña y poco revolucionaria pero sí, soy como la Marçal, “tres voltes rebel”.

“Los tíos de mi edad son todos subnormales. Yo odio a los hombres, en general”

Los hombres de tu quinta, ¿qué tal?
Los tíos de mi edad son todos subnormales. Yo, en general, odio a los hombres. Ahora bien, me pasa una cosa y es que conecto mucho más con los hombres que con las mujeres. Tengo una infinidad de amigos hombres. En general, me relaciono con hombres cis, heteros y blancos. Además me cuesta mucho intimar con las mujeres: sólo tengo tres amigas que son del cole de toda la vida. Pero al mismo tiempo no hay cosa que me repulse más que un hombre, porque es que sois subnormales. Esto no quiere decir que también haya mujeres gilipollas, que haberlas las hay, pero la cantidad es mucho menor. Digo esto porque todos los hombres que he conocido en mi vida me han herido en mayor o menor medida y muchas veces no han tenido nada de sensibilidad. Hay cosas asociadas al cuidado, al trato con las personas, que escapan a los hombres simplemente porque no se lo han enseñado. Es muy fuerte eso. Yo me he sentido poco cuidada por mis amigos hombres en muchas ocasiones: en cambio, eso no me pasa con mis amigas.

Corres el peligro de cosificarte, de convertirte en una marca.
Nunca me he sentido así. El 75% de mi público es femenino y tiene entre 13 i 20 pocos años y no caen en esta puta mierda que acostumbran a hacer los hombres.

El procés.
¡Esto lo tengo estudiado, soy una puta nazi analizándome a mí misma! He pasado tres etapas. Primer momento, fase infantil. Mi primera mani es la del 2010, y a partir de ahí pues cada puto año te manifiestas, porque en casa todos van, y todos quieren la independencia, y no sé que y no sé cuántos. Eso era de pequeña y claro, casi todo lo haces por inercia. No te lo podías cuestionar. Después vino la época de reflexión, más o menos a los 16 años, cuando me pilló una vena revolucionaria y anarco… todos tenemos un pasado. Y entonces me la sudaba mucho, y me daba mucha pereza. Dejé de ir a las manis, y bronca familiar y todos indignados. Y ahora estoy súper in. Manis, sí, en primera fila. Fuego.

¿Fuego? ¿Contenedores?
Sí sí sí sí. Fuego, contenedores y más si hace falta. Ay, esto no lo pongas. No, sí, sí. Ponlo, ponlo. El otro día lo dije en Tot es mou y mi madre, aterrada, me dijo que nos tendríamos que exiliar. Se ha demostrado que el puto pacifismo no sirve para nada, y no hablo de ir poniendo bombas por ahí porque no quiero que muera nadie, pero sí que pienso que debemos cambiar de estrategia urgentemente y hacer algo puto diferente.

“Se ha demostrado que el puto pacifismo no sirve para nada”

Juliana Canet Mireia Comas (2)

El futuro del país.
Fatal. Mis niños serán la primera generación que hablará en castellano todo el rato, a pesar de que yo le hablaré en catalán siempre y eso para mí ya es una idea devastadora y te da pistas de cómo estaremos. Como comunidad, eso seguro, estaremos más oprimidos y será una mierda.

Tu futuro.
Lo único que tengo claro es que quiero ser madre. En siete años o así, a criar: y si pudiera hacerlo ahora, aunque fuera una imprudencia, lo haría. Te lo digo en serio. Educar a una criatura, traer una buena persona al mundo, dejar de ser tú el centro de tu vida, conocerte a través de algo que no seas tú mismo… eso es lo mejor que se puede hacer, y más en el caso de una persona súper egocéntrica como yo. Sí, tengo muchas ganas de conocerme como madre. Profesionalmente, antes me agobiaba mucho no saberlo, pero ahora estoy más relajada, porque pueden pasar tantas cosas… De hecho, todo lo que me ha pasado no podría haberlo imaginado nunca. O sea que lo mejor es no torturarse. Quiero seguir en el mundo de la comunicación, si es que antes no me matan. Me lo paso muy bien. También quiero acabar la carrera para, si algún día me canso de esto, hacer de profe en algún lugar. No lo descarto para nada.

Tú a mí no me engañas. Eres una sentimental.
¿Yo? ¡Más que nadie! Pero en plan de decir “tía, para, para, joder, plasta”. No hay persona que soporte menos que yo misma. Intensa, sufridora… Ay basta, de verdad. Es insoportable.