Que fumes es malo porque te hace respirar peor, favorece que desarrolles diferentes tipos de cáncer, hace que besarse contigo sea desagradable y hasta te priva de disfrutar al máximo de determinados sabores pero, pese a ello, no sé si tú, pero sí que hay muchos que intentan dejarlo y no pueden. Otros, simplemente, no quieren y, para todos ellos (y también para las tabaqueras y para los estados, que cobran cuantiosos impuestos de quienes no dejan este vicio) trabaja estos meses un grupo de investigadores que, si todo sale como ellos esperan, van a encontrar la manera de que se pueda fumar sin que hacerlo implique algo tal que suicidarse poco a poco.

15424636627686
 

La nicotina

Del tabaco, lo peor es la nicotina y en el Instituto Nacional de la Salud lo han comprobado: al comparar heces humanas de 30 fumadores con las de 30 no fumadores, han comprobado que en el intestino de los primeros los niveles de nicotina son altísimos y eso desencadena patologías graves como el hígado graso. Sin embargo, durante el estudio descubrieron algo sorprendente:  expusieron a la nicotina a grupos de ratones y comprobaron que, tras un tiempo suministrándosela a todos por igual, había ratones con mayores niveles de nicotina en el intestino. Tras mucho pensar, descubrieron que los ratones que menos cantidad de nicotina habían acumulado eran los que tenían en su microbiota intestinal una batería concreta: la Bacteroides xylanisolvens. Dicha bacteria, al parecer y según los investigadores implicados, es capaz de reducir la concentración de nicotina.

Vale, pero ¿para qué sirve eso?

Pues sirve para convertir el acto de fumar en algo inocuo pero implica fumar de otra manera, en concreto, revitalizando aquellos vapeadores tan de moda hace nada. Para evitar los efectos nocivos del tabaco, se propuso en su día eliminar la combustión del mismo y deshacernos de elementos como el alquitrán, pero los efectos nocivos de la nicotina seguían ahí. Ahora, gracias a esta bacteria, todo puede cambiar para siempre. ¿Pretenden estos investigadores que volvamos a los años 50, cuando hasta los profesores fumaban en clase, o quieren que hagamos todos como la selección de Bulgaria en USA 94, en la que todos echaban un cigarro en el descanso? No, simplemente asumen que, por muchas campañas de prevención que se hagan, la gente seguirá fumando. Y, oye, no hay nada como aceptar una derrota así que, ya puestos, qué mejor solución que convertir lo de fumar en un vicio lo más inocuo posible, incluso para Prosinecki.

bulgaria 1994
bulgaria 1994