La munición de caza y tiro deportivo, según un proyecto que maneja la UE, puede acabar teniendo que eliminar el plomo que se emplea para fabricarla. Este proyecto, que busca limitar el uso de un material que se ha revelado como peligroso para la salud humana y para los diferentes ecosistemas, puede tener consecuencias graves sobre la industria armamentística europea.

munición
 

La industria militar podrá seguir usando plomo

Aunque el proyecto europeo contempla que la prohibición no afecte a la producción de munición militar, las restricciones piueden tener un efecto indeseado en toda la UE, territorio en el que se ha demostrado (con la Guerra de Ucrania) que un suministro oportuno y adecuado de munición es clave para hacer frente a las crisis que puedan presentarse. Sin uns industria de las municiones fuere, ni la UE ni la OTAN podrían haber ayudado a Ucrania a hacer frente a la invasión rusa.

Problemas para los fabricantes

La munición que se ha suministrado a Ucrania contiene, casi en el 100% de los casos, plomo en diferentes cantidades. En las fábricas de proyectiles, la munición sin plomo y la que lo contiene utilizan diferentes líneas de producción y, hoy, casi todas las fábricas europeas suministran proyectiles a clientes civiles y a clientes militares. La eliminación del plomo de la munición civil obligaría a renovar instalaciones y, muy probablemente, eso se haría a costa de eliminar las actuales líneas de producción e instalar unas nuevas que no podrían fabricar munición militar porque el plomo es imprescindible para los proyectiles que utilizan los ejércitos. Nos encontraríamos así en una situación de dependencia de terceros, porque, en situaciones de necesidad, la munición que necesitarían los ejércitos europeos tendría que llegar desde países terceros que, perfectamente, podrían ser aliados más o menos formales de nuestros enemigos ¿Qué propone el sector? Pues una moratoria, por lo menos hasta que la Guerra de Ucrania acabe y se reconfigure el orden mundial.