Si nada falla, la semana que viene tendremos con nosotros el iPhone 14. Los amantes de la marca, cual moscas atraídas por la miel, pululan estos días por las secciones de telefonía de las grandes superficies con la esperanza de, ni que sea por casualidad, ver algún dispositivo nuevo antes que el común de los mortales, pero lo cierto es que nadie espera grandes novedades de un dispositivo que no va a suponer revolución alguna y que, en definitiva, sirve para cubrir el expediente y poder decir, un año más, que Apple renueva su gama. Hace unos años, sin embargo, no era así: cada lanzamiento de la firma de Cupertino nos descubría prácticamente mundos nuevos con los que ni se soñaba.
Desde 2007
El primer iPhone se presentó en 2007, un momento en el Apple, todavía, era conocida principalmente como un fabricante de ordenadores muy chulos y perfectos para diseñadores gráficos y similares que, además, fabricaba otras cosas igual de chulas, como el iPod que, aunque este año ha dejado de fabricarse, liquidó él sólo a toda una industria: la del disco. Steve Jobs, todavía vivo entonces, reformuló el concepto de teléfono: adiós al teclado, adiós a las complicaciones y hola a la sencillez. El usuario era ahora el protagonista, no el dispositivo. Después, llegaron las aplicaciones y la App Store. Entonces no lo sabíamos, pero la semilla de la que germinarían WhatApp, Instagram, o los juegos en línea estaba ya sembrada y abonada. Después, llegarían nuevos modelos: el iPhone3, el iPhone 3GS y el iPhone 4, con Tim Cook al mando.
Lo nunca visto
Los móviles de Apple evolucionaban y se hacían más esbeltos, completos y atractivos. Cámaras cada vez mejores, procesadores más veloces, una cámara frontal para ‘selfies’ y más memoria RAM. Cuando en 2011 murió Steve Jobs, la presentación anual de las novedades de Apple era ya uno de los eventos más esperados. Con los iPhone 5 y 6 llegaron Siri, los vídeos FullHD, las videollamadas y los sistemas de pago Touch iD. Encima, desde que se lanzó el 6, cada año aparecían dos modelos: uno sencillo y otro superior. Con los iPhone 7 y 7 Plus, se empezó a componer el réquiem por las cámaras de fotos digitales, pero las novedades se fueron espaciando y cada nueva edición del teléfono era menos disruptiva que la anterior. Hoy ya vamos por el 14 y, aunque muchos ahorren cada año para renovar su iPhone, los tiemnpos han cambiado y las de Apple, aunque importantes, no son ya las presentaciones más destacadas de cada año. Veremos, en breve, qué trae exactamente en nuevo teléfono de los de Cupertino.Yo, si fuera ellos, lanzaría cuanto antes un coche eléctrico.