De imbéciles, que son los tontos con mala leche, está el mundo lleno y ni la revolución verde en curso ni la guerra de Ucrania parece que vayan a acabar con ellos. Esta última, además, parece que los excita particularmente, a juzgar por la bobada que un usuario ruso de Twitch acaba de retransmitir para, considera él, burlarse de Occidente: @russiangas1, que así se llama, se ha pasado una semana entera con sus 168 horas retransmitiendo cómo su cocina quemaba gas ininterrumpidamente.

cocina
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Ni siquiera la factura que va a pagar sirve para consolarnos

La intención de este adobe de rusa procedencia era, o eso dijo él al menos, reírse de Europa y Estados Unidos, dos territorios en los que el gas se va a pagar este invierno a precios inaceptables y eso sólo si a Rusia y Argelia (aliados para más señas) les apetece, porque la llave del gas la tienen ellos. Por lo visto, su pintoresca acción le va a salir barata: en Rusia, según presume él mismo, una familia tipo paga 1,45 euros al mes por su consumo de gas. De ahí que consideremos al sujeto en cuestión un verdadero imbécil que, como antes he recordado, es un tonto con mala leche. Para acabar de arreglarlo, el tipo mostraba mediante un termómetro la temperatura de su habitación y era, ciertamente, confortable.

Igual, con suerte, ya no puede quemar gas

La simpar hazaña tuvo lugar el pasado 11 de septiembre, días antes de que Vladimir Putin decretase la movilización parcial de los reservistas, grupo al que no sabemos si pertenece @russiangas1. Sea como fuere, dado que la intención de Putin es llamar a filas, en un momento u otro y si es necesario, a los 25 millones de rusos con formación militar, es sencillo deducir que este intrépido maestro del audiovisual insultante ande ya pensando en dejar de quemar gas, coger una maleta y largarse a Ereván, en Armenia; Estambul, en Turquía; o Bakú, en Georgia, sitios todos ellos a los que los ciudadanos rusos pueden viajar sin visado. La posibilidad de que así sea es muy cierta, porque los imbéciles suelen ser, además de tontos con mala leche, bastante cobardes. De todos modos, y dada la situación, no sería raro que Putin hiciese una excepción con él y lo nombrase miembro de su gabinete: al