Nos lo prometían: con la entrada en vigor en junio de la reforma de la Ley General de Telecomunicaciones, las llamadas comerciales a horas intempestivas se iban a acabar, pero no ha sido así. Aunque la norma es clara, las empresas pasan de todo: según la OCU, nueve de cada diez españoles recibió, como mínimo una llamada comercial durante el mes de septiembre. Y hay que tener en cuenta que determinadas llamadas comerciales son, sin duda, muchísimo más molestas que cualquiera de los chicles sin azúcar que recomendaban nueve de cada diez dentistas.

Call Center
 

Lo que dice la norma

La norma indica, por ejemplo, que sólo se puede realizar llamadas de este tipo entre las nueve de la mañana y las nueve de la noche y de lunes a viernes, pero la OCU ha constatado que los incumplimientos son recurrentes. De hecho, ni recurrir a la OCU hace falta: las llamadas de colaboradores de empresas eléctricas y de telefonía que operan desde call centers situados fuera de nuestras fronteras más allá de las nueve de la noche o los sábados por la mañana son habituales. Si existe, sin embargo, un supuesto en el que (siempre dentro de ese horario) podrían seguir llamando: si hemos dado nuestro consentimiento para que se nos contacte en algún momento de los últimos doce meses o si, también, nuestros datos han sido cedidos a terceros.

Más obligaciones

Las empresas que realizan llamadas comerciales deben, además, identificarse siempre para que quien la recibe pueda saber si autorizó o no en algún momento este tipo de llamadas. La OCU, y ahí se identifica claramente la gravedad de la situación, indica que los emisores no se identifican en el 18% de los casos y que el 72% de las personas que reciben llamadas de este tipo señalan que nunca han sido clientes de la empresa que les contacta. Alguien, está claro, se pasa la normativa por donde le parece. Según la OCU, las empresas que más llamadas de este tipo emiten son Vodafone, Jazztel, Endesa, Iberdrola y Orange.