¿Cuál es la primera palabra que dices nada más descolgar el teléfono? En el caso de que utilices el clásico "sí”, haces muy mal, así que busca otra alternativa: puedes hacer como muchos sudamericanos y contestar con el también clásico “aló” o hacer como vascos, navarros y asturianos, que responden con un contundente “a ver”. Si  no te quedas con ninguna de las dos alternativas, no te preocupes: también sirve un simple “Dígame”. Te explicamos por qué.

1. Generación Savia   Teléfono Apagado
 

Riesgos ciertos

Lo advierte el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), organismo perteneciente al Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación de España: responder con un “sí” al teléfono expone quien así contesta a serios riesgos. ¿Por qué? Muy sencillo: hoy, a través del teléfono, se pueden contratar infinidad de productos y servicios y se hace mediante simples grabaciones de voz en las que, después de leernos un listado de condiciones o la descripción del producto o servicio contratado, basta con que digamos “sí”. La grabación adquiere entonces el mismo valor que una firma, ya que se nos han verificado antes los datos. ¿Qué puede suceder si respondemos con un “sí” a cualquier llamada? Pues que nos pueden grabar y, con la grabación en la mano, endosarnos lo que quieran.

El método

El sistema es sencillo: una vez grabado nuestro sí, el ciberdelincuente puede utilizarlo para lo que considere. Podría, por ejemplo, emplearlo (si dispone de nuestros datos) para contratar en nuestro nombre cualquier producto o servicio. Ahora ya sabes para qué pueden llegar a servir esas inoportunas llamadas en el que nadie contesta o responde una grabación absurda generalmente en inglés.