¿Sirve para algo jugar con videojuegos? Un servidor, que empezó a hacerlo con una humilde Atari 2600 y sigue haciéndolo aún hoy que peina alguna cana, está convencido de que por supuesto: sirve, como mínimo, tanto como pueda servir leer un libro, ver una película, leer un tebeo o ir al teatro. Los videojuegos son productos culturales y, como todos ls productos culturales, entretienen y, al tiempo, forman e informan. Ahora, un grupo de economistas y creativos españoles convencidos de lo mismo que les cuento acaba de lanzar Holy Montt, una plataforma (de momento con forma de web y, en breve, disponible como app) para que jóvenes y mayores aprendamos a gestionar nuestros ahorros y realizar pequeñas inversiones en un entorno similar al de un videojuego.
El juego como aprendizaje
José Luis Álvarez, máximo responsable del proyecto y su equipo han decidido aplicar a las finanzas eso que ahora llaman gamificación y que no es más que el convencimiento de que aprender también puede ser un juego. Quien confíe en ellos, aprenderá mediante simulaciones con datos reales y tempos similares a los de una inversión de verdad cómo hay que manejarse en esos procelosos mundos en los que, en vez de apostar con garbanzos como en el mus no crematístico, lo que te juegas es tu propio dinero o el de tu familia. Con ello, pretenden poner a disposición de todos nosotros (y especialmente de los más jóvenes) herramientas que nos permitan adquirir los contenidos necesarios para no caer en manos del primer vendedor de criptomonedas que nos encontremos y que, con verborrea engañosa de por medio, intente desplumarnos.
Laguna del sistema educativo
Lamentablemente, España es todavía hoy un país con muy poca cultura financiera, como demuestran estafas masivas como la de Fórum Filatélico o la de las preferentes, que implicó además a quien debería protegernos: nuestros bancos. Holy Montt nace para que lo de intentar sacar provecho del propio de maneras legítimas podamos hacerlo con el mismo riesgo de siempre pero, y eso es lo mejor, con más conocimiento de causa. El nicho, paradójicamente, lo ha abierto el sector financiero tradicional, que siempre han tratado a sus clientes no como un partner sino como una herramienta para maximizar beneficios. De momento HolyMontt está a disposición de todos y la mayoría de sus funcionalidades son gratuitas. Eso sí: ni asesoran ni venden productos, porque son independientes y se conforman con dar buenos consejos. Un servidor, que aprendió más gestión empresarial con el PC Fútbol que con las pocas clases regladas de economía que ha podido seguir, les desea toda la suerte en su empeño.