Las terapias no farmacológicas son una herramienta clave en la lucha contra el Alzheimer y otras demencias. Esta misma semana, la CEAFA y Amazon unían fuerzas para poner a Alexa al servicio de los pacientes aquejados de estas dolencias y, ahora, es Sanitas Mayores quien echa mano de las herramientas digitales para luchar contra el deterioro cognitivo.

Sala inmersiva
En Sanitas han activado en concreto lo que denominan una sala inmersiva que permite a residentes de los centros de Sanitas Mayores dotados con ella desarrollar “nuevas actividades que acercan el exterior al interior de la residencia” y, con ello, “vivir nuevas experiencias o rememorar situaciones del pasado”. Lo explica David Curto, director Médico y responsable de Calidad e Innovación de Sanitas Mayores: “el espacio tiene múltiples beneficios, ya que aumenta la motivación y la adhesión a tratamientos y actividades terapéuticas”. Este tipo de salas, señala, “mejoran las capacidades cognitivas en personas con deterioro y ayudan a gestionar cambios asociados al envejecimiento al tiempo que mejoran las relaciones sociales e inciden en el bienestar de manera positiva”.
¿Qué con exactamente?
Las salas inmersivas son espacios que integran al residente en actividades al hacerle protagonista de ellas. Generan también recuerdos a través de acciones como, por ejemplo, mostrar imágenes de espacios conocidos y hasta evocar recuerdos de la infancia. Incluso, se puede entrar en el interior de un cuadro. Entre las diferentes terapias no farmacológicas, es una de las más destacadas. En estos espacios, por ejemplo, se anima a los residentes a experimentar con dispositivos tecnológicos en entornos que evitan distracciones. Con ello, habilidades como la decisión, la concentración o la capacidad de hacer varias cosas a la vez se afianzan.Curto es claro: “la sala inmersiva es un ejemplo más de como las herramientas digitales nos permiten avanzar en los cuidados a la vez que los residentes se comprometen más con su salud de una forma lúdica y diferente”, concluye.