Desde Murmansk, el puerto base de la flora rusa de barcos rompehielos , hasta Shangai; un barco recorre 10.600 km y, desde el mismo puerto de la península de Kola, hay que surcar 17.700 km si se quiere llegar a la ciudad china pasando por el Canal de Suez. La primera de las singladuras obliga a navegar durante entre 23 y 25 días y la segunda, 35. Para emplear la primera, que surca el Océano Glaciar Ártico hacen falta, eso sí, potentes rompehielos atómicos, justo como los que Rusia acumula en Murmansk. Por eso, Rusia empieza a tenerlo claro: para exportar petróleo a China -en Europa no lo queremos comprar mientras dure la Guerra de Ucrania-, mucho mejor por el norte. En concreto, por la Ruta Marítima del Norte.

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Hasta es más sostenible

 

Más allá de las ventajas geopolíticas que para Putin y Rusia supone emplear la denominada Ruta del Norte, la elección tiene un sentido económico y, a decir del gobierno ruso, también ambientaL: Transportar petróleo (o cualquier otra cosa) por esa ruta implicaría, según los cálculos que realiza Moscú, un ahorro anual de medio millón de dólares gracias, explica el gobierno ruso, “al menor nvel de emisiones de CO2”. No indican nada, eso sí, acerca del impacto que el uso de rompehielos tendría sobe el medio, pero los rusos están hasta contentos y lo indican tal cual: “el embargo impuesto por los países europeos al suministro de petróleo y productos petrolíferos rusos no solo se ha convertido en un desafío, sino que ha abierto una nueva ventana de oportunidades para transportar más mercancías por la RMN”, dice el jefe de Rosatom, Alexéi Lijachev. Rosatom es la Corporación Estatal Rusa de Energía Nuclear.

Nuevas rutas

Sea por el embargo o por el convencimiento de que emplear esta ruta paralela a la costa norte del inmenso país que gobierna Putin, lo cierto es que Rusia está redirigiendo ya hacia allí el tráfico de crudo y derivados. Este año, pasarán por allí 36 de las140 millones de toneladas de petróleo y productos derivados que exporta a Asia. La ruta, explican desde Rosatom, interesa también a Brasi, India y Sudáfrica, los tres países que, junto a Rusia y China, forman BRICS, la asociación que espera liderar en 2050 la economía mundial. Rusia es clara sobre el asunto: “ se está trabajando en la participación de socios de países amigos no sólo en el tránsito a lo largo de la Ruta Marítima del Norte, sino también en el desarrollo de la infraestructura”. Hablar de infraestructura implica que, además de crudo y derivados, Rusia y el resto de miembros de BRICS van a emplear esa ruta marítima para mucho más. ¿Tiene Occidente un problema?