Al turrón de chocolate más humilde, el de arroz inflado, los niños de los años 70 y 80 nunca le agradeceremos lo suficiente dos cosas: la primera, que se personase en las mesas navideñas de muestra ionfancia a la hora de los postres a modo de alternativa al siempre poco infantil turrón de Alicante y, la segunda, que abriera la puerta al festival de turrones de chocolate que inauguró Lacasa en los 90 y en el que han actuado y actúan hoy hasta primeras espadas de la cocina internacional como Albert Adrià o Lucía Freitas. Por eso, y siguiendo con los agradecimientos, hay que dar esta vez un par de palmadas en la espalda a la OCU, que ha llevado a cabo un estudio para identificar los mejores turrones de chocolate disponibles hoy en el mercado. El resultado, ha que decirlo, decepciona.

Poco cocholate

El examen de la OCU alerta, y eso preocupa, de una realidad inquietante: la mayoría de los turrones de chocolate contienen grasas distintas a la manteca de cacao y, entre ellas, figuran el aceite de girasol, la grasa de palma y hasta la manteca de karité. Y como hay poco chocolate, les toca añadir aromas o, como decían tu abuela y la mía, saborín. Del crujiente, mejor no hablar: lo que creíamos arroz inflado es en realidad un mixtura de harinas de maíz, arroz y sal. De los 17 turrones estudiados, 8 son, directamente, malos. Algunos de ellos llevan incluso productos como el polirricinoeato de poliglicerol, que texturiza ppero, también, puede alterar la mucosa y la flora intestinal. Casi todos los turrones analizados son demasiado dulces y el chocolate no se funde en la boca. Ocho de los 17 no llegan ni a poder ser considerados como aceptables

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Los únicos buenos

De entre todos los turrones de chocolate crujiente analizados, sólo hay uno que sobresalga en la degustación y es el del El CORTE Inglés, que presenta un color brillante, un grosor adecuado, un olor que recuerda al chocolate, un crujiente homogéneo y un buen fundido en boca, pero el sabor podría ser mejor. También puntúa bien el turrón Picó, en cuya fórmula se usa sólo manteca de cacao. En definitiva, que casi mejor hacértelo en casa.