El teletrabajo, que se generalizó como solución de emergencia durante los meses de la pandemia, es algo a lo que la mayoría de los asalariados que pueden desempeñar así sus funciones no va a renunciar y, por eso, las soluciones que permiten trabajar de manera eficaz desde cualquier ubicación se han convertido en fundamentales para cualquier empresa que aspire a ser competitiva y retener talento. A nadie debe extrañarle pues que hasta el 40% de la inversión tecnológica que realizan las empresas de todo el mundo tenga que ver con servicios en nube o, si se prefiere, tecnologías cloud.

 

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Listos para cualquier imprevisto

La pandemia nos lo demostró: para superar cualquier imprevisto que haga imposible reunir al equipo que integra una empresa en una oficina, hacen falta soluciones digitales y sistemas que permitan compartir contenidos y acceder a todo tipo de información desde cualquier sitio. Dotarse de de ellos permite, además, ahorrar costes, porque la oficina se convierte en un espacio prescindible que se puede sustituir por un simple espacio para reuniones que se usará de manera puntual, eso si no os basta a ti y a tus compañeros con las videoconferencias y un café conjunto de tanto en tanto. A finales de 2022, el 65% del PIC global estará digitalizado y el 40% de las inversiones tendrán que ver con las soluciones en nube. Se sigue, por tanto, invirtiendo en infraestructuras, pero estas ya no son físicas son digitales.

Nadie quiere renunciar al trabajo remoto

Y es que nadie, ni empleados ni empresarios quieren renunciar al trabajo remoto: los primeros, porque se ahorran desplazamientos innecesarios, pueden fijar su residencia allí donde quieren vivir y no no alli donde deben trabajar y, también, porque si se organizan de manera racional (o si sus jefes les dejan hacerlo) pueden disfrutar de más tiempo libre y conciliar mejor sus obligaciones laborales y familiares. Los segundos, los empresarios, tampoco renunciarán porque ahorran en inmuebles, alquileres, electricidad y calefacción y pueden retener mejor el talento. Antes, los años que pasaba un trabajador en una empresa puntera rindiendo al máximo eran proporcionales al tiempo que estaba dispuesto a regatear a su pareja y su infancia a a cargo y, ahora, los empresarios inteligentes capaces de asumir que el teletrabajo nos beneficia a todos, tendrán más argumentos para evitar que sus empleados más valiosos se vayan. Infraestructuras digitales, trabajo remoto, conectividad, gestión eficaz de la información y buen manejo de las redes logísticas son clave. Y todo, además, confluye en algo: en la necesidad de trabajar en nube. Por eso, cuatro de cada diez euros que se invierten en tecnología financian soluciones de este tipo.