Tener un bebé en casa es una de las mejores experiencias que puede vivir una familia, pero disfrutar de ello es también a veces una fuente inagotable de miedos y tensiones. Por eso, durante los últimos años se ha disparado la venta de dispositivos de vigilancia para tener controlada siempre a la gente menuda. Durante los meses de pandemia, las ventas se dispararon, ya que lo de trabajar desde casa mientras las guarderías y los colegios no funcionaban obligaba a esfuerzos extras.
Escoge productos con garantías
Más allá de las controversias vinculadas a casos en los que ciberdelinmcuentes han accedido a este tipo de dispositivos e, incluso, intentado dialogar con los menores a los que la cámara vigilaba, cuando te plantees adquirir uno de estos electrodomésticos inteligentes conviene que escojas, siempre, marcas confiables y testadas, escojas modelos que no permitan la comunicación remota a través de aplicaciones, cambies periódicamente las contraseñas y mantengas el sistema actualizado. Un ejemplo de producto confiable es el Baby Monitor BM 300, un dispositivo con el que Proscenic entra en este mercado en crecimiento.
Sin interferencias
El dispositivo que nos ocupa, por ejemplo, echa mano de la tecnología OFDM sin interferencias, que proporciona estabilidad y seguridad en la transmisión del bebé en vídeo. Permite un alcance de hasta 300 metros incluso en exteriores, por lo que, moverse con total libertad por casa no será un impedimento a la hora de mantenernos conectados al peque. Además, a este monitor se pueden conectar hasta cuatro cámaras distintasy poder así vigilar distintas habitaciones o niños con tan solo un gadget. Al ser cifrada de punto a punto y disponer de un sistema de almacenamiento local, la tecnología OFMD elimina totalmente el riesgo de accesos no autorizados protegiendo así la privacidad de la familia mientras se garantiza una supervisión segura. La grabación de vídeo podrá almacenarse en una tarjeta TF o en el propio dispositivo.
Nanas precargadas
Más allá de la sensación de seguridad que procuran, las cámaras de videovigilancia para bebés incluyen utilidades singulares como la capacidad de reproducir melodías precargadas cuyo volumen pueden modular los progenitores desde el móvil y sin que el pequeño se dé cuenta. En el caso de la cámara de Proscenic, se puede controlar también la temperatura de la habitación y activar alarmas para establecer recordatorios.