De la IA, y en concreto de herramientas como Chat GPT, se repite mucho estos días que puede convertirse en un adversario formidable (e imbatible) para muchos freelances que se ganan la vida escribiendo, diseñando, locutando o, incluso, redactando proyectos y estudios. Sin embargo, desde plataformas como Shakers, que tienen como función principal conectar a profesionales independientes con empresas que precisan de sus servicios, se considera que la IA puede, más que en un rival, convertirse en una ayuda.

Al final, la IA no deja de ser un sistema de gestión de información

Shakers, al igual que otras compañías tecnológicas como Notion o Miro, han integrado ya Open AI en sus plataformas para profesionales independientes y, entre otras utilidades, permiten a sus asociados elaborar mediante Chat GPT “los mensajes más adecuados en cada ocasión y, así, escribir los mails acordes al tipo de cliente, saber cómo presentarse a sí mismos y a sus servicios según los interlocutores que tengan y tener a su alcance información clave para complementar sus ofertas”, explican desde Shakers. “Nuestra idea con la integración de Open AI a la plataforma es dar ese paso más tan necesario como natural: la Inteligencia Artificial usada con estrategia es ya la clave para que los freelance encuentren mejores proyectos y sepan vender mejor sus servicios y para que la empresas den con esos perfiles clave” apunta Jaime Castillo, co-fundador de la plataforma. Se automatizan, así y por tanto, tareas tediosas que, a menudo, distraen a los profesionales independientes de su cometido principal: al dedicar menos tiempo a recuperar antiguas cartas de presentación y propuestas para adaptarlas a cada posible nuevo cliente, los profesionales liberales pueden hacer lo que mejor saben, que no es otra cosa que ofrecer más y mejores productos en su ámbito de operaciones.

Shakers fundadores
 

Conectar más deprisa

Conseguir un nuevo cliente es hoy un proceso largo y complejo que exige de tesón, alta autoestima y tiempo y este último, en entornos en los que para que una actividad sea rentable es necesario facturar cada vez más, es un bien escaso cuando se trata de profesionales liberales. La Inteligencia Artificial, consderan desde Shakers, también agiliza este proceso, pues garantiza matchs más rápidos: a través de su algoritmo a las empresas no solo les llega el freelance con las competencias técnicas más ajustadas, sino el que el ‘screening’ incluye una parte de fit cultural, de valores e incluso analiza el tono y el lenguaje natural. El freelance que llega hasta el proyecto, encontrará una empresa y un proyecto en el que pueda aportar y que le sume, siempre teniendo en cuenta que estos freelance ya han sido previamente seleccionados por Shakers; donde solo un 9% de los freelance que aplican a la comunidad pasan el filtro. Los tipos de encaje pueden ser: profesional, personal y cultural y el conductual. El primero tiene que ver con las habilidades requeridas para un proyecto, el segundo con el ajuste psicológico y motivacional entre empresa y talento (por qué quieres trabajar en ese proyecto, qué te emociona o energiza…) y el tercero nos habla de cómo se ha comportado cada una de las partes a la hora de buscar, desarrollar y trabajar en Shakers. 

Mayor velocidad y mejores resultados

Actualmente, la IA de Shakers potencia las propuestas y mensajes de los candidatos con ideas y sugerencias de mejora, que optimizan sus procesos de contratación, teniendo en cuenta sus capacidades y las necesidades de los clientes, aumentando hasta en un 60% las probabilidades de contratación de los perfiles. Esta tecnología permite a los candidatos sacar a relucir sus mejores cualidades para cada proceso, lo que ayuda además a las empresas a comprender de mejor manera la potencialidad de los candidatos. Shakers seguirá trabajando para mejorar la implementación de la tecnología a su sistema y para poner la Inteligencia Artificial al servicio del talento. En este año tienen previsto que más de 1000 empresas estén usando Shakers para crear equipos de una forma más dinámica y flexible. El resumen es simple: La IA es una herramienta y que nos beneficie o perjudique, depende de nosotros y de nuestra capacidad de adaptación. Para conseguir resultados distintos, hacen falta procesos diferentes y, a menudo, también herramientas nuevas.