Seguro que tú, como casi la mitad de los españoles, también lo haces: si la fecha preferente de consumo de un producto ha vencido, la tiramos a la basura. Así lo indica un estudio elaborado por To Good To Go, la aplicación que, desde tu móvil, te permite luchar contra el desperdicio de alimentos y, también, ahorrar, haciéndote a precios ventajosos y en tu supermercado con productos cuya fecha de consumo preferente acaba de cumplirse o está a punto de hacerlo.

El 47% de nosotros cree que hay que planificar mejor la lista de la compra
El estudio, además de indicar que el 51% de los consumidores de nuestro país tira a a la basura de forma recurrente productos cuya fecha de consumo indicada acaba de cumplirse, señala también que el 47% querría planificar mejor la lista de la compra y el 33% que le convendría organizar las comidas de manera más eficiente. Por último, el 40% de los encuestados señala que necesita más información para saber hasta cuando es seguro consumir un producto cuya fecha de consumo preferente acaba de vencerse.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria lo deja claro
Des la la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN) concretan esa cuestión: la fecha de consumo preferente y la fecha de caducidad son cosas distintas y, si no las distinguimos, no podremos adaptar nuestros hábitos de consumo a las normas elementales de seguridad alimentaria ni, tampoco, podremos reducir el desperdicio de alimentos. De hecho, según esta entidad, el 41% de los consumidores desconoce cómo comprobar si un producto cuya fecha de consumo preferente se ha cumplido puede o no consumirse. Por no saber, el 35% de los encuestados afirmó que desconocía que productos como la carne o el pescado tienen fecha de caducidad o que el pan y las galletas, en lugar de ésta, tienen fecha de consumo preferente. ¿Qué diferencia hay entre una y otra? Muy fácil: cuando un producto caduca, consumirlo no es seguro y puede tener efectos adversos para nuestra salud pero, cuando lo que se ha vencido es una fecha de consumo preferente, lo único que puede llegar a suceder es que el producto haya perdido alguna de sus cualidades, lo que no impide poder consumirlo