La innovación en la tecnología de los móviles inteligentes pretende dar, cada vez más, nuevos y ambiciosos pasos. El desarrollo de los prototipos de los smartphones del futuro muestra que la flexibilidad y la capacidad de estos dispositivos de plegarse es el próximo objetivo a alcanzar. Marcas como Lenovo o Moxi, entre otras, han sido las primeras en mostrar una declaración de intenciones en sus últimas presentaciones, con teléfonos flexibles que pueden convertirse en smartwatches o, en otras palabras, brazaletes.

El pasado verano, Lenovo sorprendía con su CPlus en la conferencia Lenovo Techworld, un teléfono capaz de convertirse en reloj inteligente gracias a su pantalla flexible. También presentaron Folio, una tablet capaz de doblarse a la mitad. Se trataban de prototipos que aún no se encuentran disponibles en el mercado y que, a falta de confirmación oficial, no se lanzarán hasta 2017. Lo mismo se espera de otras compañías como Moxi, un pequeño grupo chino que el pasado mes de mayo pilló por sorpresa a toda la industria del sector enseñando su nuevo terminal enrollable. Empresas punteras como Samsung o Xiaomi también están trabajando en el desarrollo de este tipo de teléfonos móviles de cara al próximo año.

Poco después de que Lenovo hiciese lo propio, el CEO de Samsung en Estados Unidos, Gregory Lee, no tardó en avisar de que su firma también se encontraba trabajando en estos dispositivos. Tras reconocer que les había llevado tiempo descubrir cómo producirlos a un coste razonable, confirmó que los nuevos Samsung flexibles están “relativamente a la vuelta de la esquina”. Hay que recordar que Samsung ya ha asomado la patita en lo que respecta a flexibilidad en sus terminales con el Galaxy Round de 2013 o el S6 Edge  y S7 Edge y sus curvaturas en la pantalla, así como LG hizo lo propio hace dos años con el LG Flex 2, con un diseño curvado. No obstante, conceptualmente no dejan de ser smartphones con un diseño ‘plano’ como los que se comercializan hoy en día. El próximo paso pretende ir mucho más allá.

¿Cómo se fabrican estos teléfonos?

La clave del asunto es el grafeno: un material fino, flexible, duro y con conductividad. Se trata de una lámina transparente que se ha convertido en el ingrediente estrella para la fabricación de las pantallas flexibles que serán capaces de doblarse como si de una hoja de papel se tratara. Por otro lado, plegar y enrollar el terminal supone el hándicap de tener que doblar el hardware y la batería también. Dos soluciones que han dado resultado han sido, por un lado, baterías segmentadas a lo largo del cuerpo del teléfono o, por otro, una batería integrada en un extremo del terminal, como es el caso del prototipo de Moxi.

Imatge: Moxi

Además, hay que tener en cuenta que estos nuevos smartphones no llevarán vidrio, lo que permitirá, entre otras cosas, una mayor resistencia a las caídas y golpes. Se tratará de pantallas más delgadas que las que conocemos hoy en día, lo que lo hará más ligero y sencillo de transportar. La flexibilidad de estos teléfonos posibilitará también que podamos utilizarlos en diferentes posiciones dependiendo de nuestra postura.

Según los analistas del sector consultados por Bloomberg, Samsung baraja dos posibilidades en los diseños de sus dispositivos. El primer modelo sería capaz de plegarse gracias a unas bisagras, muy al estilo de los móviles ‘concha’, que en Occidente dejaron de tener éxito hace años pero que en Asia siguen teniendo filón y Samsung sigue fabricándolos. En el segundo caso, el dispositivo sería capaz de desplegarse aumentando su tamaño hasta pasar a ser una tablet. Se espera que sea en el próximo Mobile World Congress de Barcelona cuando la firma surcoreana, así como otras marcas, realicen las presentaciones oficiales de estos terminales.