La tecnología sigue permitiendo que los seres humanos entendamos de mejor forma el espacio, pero este nuevo descubrimiento ayudaría incluso a una futura colonización.
Marte ya es parte de una obsesión para gran parte de la comunidad espacial y el meteorito más famoso de África ahora será clave para su colonización.
El meteorito de África venía de Marte
Si eres asiduo a la información de los meteoritos y la comunidad espacial seguro que has escuchado el meteorito que hay en África, se identifica como el meteorito NWA 7034 y también bajo el nombre de “Black Beauty” -Belleza Negra-.

Aunque ya hace más de una década que se descubrió este objeto en el Sahara Occidental (2011), por primera vez se ha contado la historia que se esconde detrás de este material rocoso que reposa en la tierra desde antes de la llegada de los humanos.
La investigación fue presentada en la revista “Nature Communications”, según sus autores esto servirá para futuras investigaciones en Marte.
Explicación del aterrizaje de este meteorito
La teoría que manejan los científicos parte del hecho de que hace entre cinco y diez millones de años un asteroide se estrelló contra Marte. El impacto generó un cráter enorme en el planeta rojo y envió un trozo de la corteza marciana al espacio -creando otro meteorito-.
Este meteorito terminó llegando a esta región de África. Se pudo constatar eso gracias al superordenador Pawsey de Perth (Australia). Para ello se utilizó la ayuda de investigadores en Estados Unidos, Costa de Marfil y Francia. Todo el ensayo fue dirigido por la Universidad de Curtin.
Información del “Black Beauty”
Esta es una formación rocosa de hace unos 4.500 millones de años, cuando las cortezas de la Tierra y de Marte eran “jóvenes”.
Según los investigadores, aseguran que este tipo de objeto beneficiará a la colonización, ya que las comunidades científicas y espaciales pueden tratar de investigar su origen, formación y materiales. ¿Con qué fin? Saber a qué se enfrentarán en Marte.
No es la primera vez que se encuentran restos de meteoritos en la Tierra, sin embargo, con el uso del superordenador Pawsey seguro que ahora se podrá conocer de mejor forma la estructura y lógica del espacio.