Al igual que hace más de 20 años la supercomputadora de IBM Deep Blue consiguió derrotar al entonces campeón del mundo de ajedrez, Gary Kasparov, la Inteligencia Artificial lleva un tiempo preparándose para hacer frente e imponerse a los mejores jugadores mundiales de póquer.

Desde hace unos años, las Inteligencias Artificiales preparadas para jugar al póquer llevan disputando partidas reales contra algunos de los mejores jugadores, pero hasta ahora lo habían hecho siempre en juegos mano a mano con su oponente.

Enfrentarse a los mejores

Hace unas fechas, los investigadores de la Universidad Carnegie Mellon y el departamento de IA de Facebook han dado varios más y han logrado que Pluribus, su ingenio de Inteligencia Artificial, se haya retado con 15 profesionales de la variedad Texas Hold ‘em sin límite de póquer en partidas de seis jugadores, en las que Pluribus venció.

Entre los astros del póquer que mordieron el polvo ante Pluribus se encontraban jugadores del prestigio de Darren Elias y Chris ‘Jesus’ Ferguson, probablemente los dos mejores profesionales de los últimos tiempos.

La Inteligencia Artificial lleva más de 15 años preparándose para retos tan atractivos y complicados como este de tratar de vencer a los mayores especialistas del planeta en la modalidad Texas Hold ‘em sin límites; un juego de póquer en el que la información disponible es imperfecta porque hay cartas ocultas –aquellas que están en la mano de los participantes–. Un aspecto que complica el aprendizaje y el desempeño de la Inteligencia Artificial, más acostumbrado a otros juegos como el ajedrez donde todas las piezas están visibles en todo momento.

En constante desarrollo

Las primeras versiones de ingenios como Pluribus se dedicaban, entre otras cosas, a tratar de explotar las debilidades de los oponentes, hasta que sus creadores cayeron en la cuenta de que esa excesiva atención a las debilidades de los humanos exponían también a la Inteligencia Artificial antes sus contrincantes. Por eso, desde hace un tiempo optaron por asegurar su juego, redoblando sus esfuerzos en arreglar los errores que el mismo software cometía.

El resultado no ha podido ser más satisfactorio, hasta el punto de que una versión llamada Libratus fue capaz de vencer a cuatro humanos profesionales del póquer online después de 120.000 manos combinadas y de llevarse un bote acumulado de 1,7 millones de dólares.

Pluribus, que es una evolución de Libratus, fue desarrollando nuevas estrategias y los investigadores a su cargo descubrieron que no siempre le convenía escoger una estrategia de máquina sino que su éxito era mayor cuando mejor combinaba la estadística con algo similar a la intuición humana. Hasta el punto de que la misma Inteligencia Artificial descubrió por sí misma que su desarrollo del juego debía ser aleatorio, de qué manera, con qué probabilidades y en qué situaciones. Pluribus descubrió con el tiempo que en situaciones ciegas importantes era mejor retirarse o subir que igualar la apuesta del rival. Sin embargo, también ha aprendido que –al igual que las personas– en ocasiones conviene realizar movimientos o apuestas desconcertantes.

Inteligencia Artificial, póquer y personas

Con el aprendizaje continuo ha conseguido desarrollar una capacidad para realizar estrategias mixtas, que cada vez más se parecen a las de los humanos. Aunque con una enorme ventaja competitiva, porque tiene una capacidad de procesamiento tan enorme que en ese sentido supera a la humana.

Tras haber vencido a varios de los mejores jugadores del mundo, estos lejos de sentirse frustrados se mostraron contentos porque decían haber podido aprender nuevas experiencias de las que no habría sido capaces de disfrutar en sus partidas habituales entre los jugadores de la élite.

Lo que también parece estar claro es que estos desarrollos de Inteligencia Artificial enfocados al póquer no van a ser utilizados por sus creadores en las innumerables partidas de póquer online que existen a través de internet, porque dada su enorme capacidad ya a día de hoy, acabarían con el negocio en muy poco tiempo.