Vale, de acuerdo: los relojes inteligentes son sumamente útiles, mucho más que cualquier cronógrafo convencional pero, si eres un apasionado de esas únicas joyas que se nos ha permitido desde hace más de un siglo lucir sin reparos a quienes sólo tenemos un cromosoma X en nuestro genoma, es normal que los encuentres poco aparentes e inadecuados en lo estético. Ahora, Huawei demuestra lo que hace tiempo esperábamos muchos: se puede fabricar un reloj inteligente que se parezca a lo que nuestros padres y abuelos considerarían un reloj como corresponde.

Huawei Ultimate Watch
Si lo comparamos con el Apple Watch Ultra, una de las referencias del sector, sale bien parado en lo técnico, pero en lo estético gana de calle. Luce tapa frontal de circonio y trasera de cerámica, pantalla de cristal de zafiro y bisel en cerámica también y su pantalla de 1,5 pulgadas ofrece 1.000 nits gracias a su AMOLED LTPO. Incluye sensor de acelración, giroscopio, magnetómetro, medidor de frecuencia cardíaca, barómetro y medidor de temperatura. Resiste hasta 10 ATM, carga de manera inalámbrica y acumula en su batería de 530mAh energía suficiente para 14 días de uso regular y ocho de uso intenso. Sin correa, pesa 76 gramos e incluye GPS de doble banda. Y hasta ahí sus especificaciones técnicas, que son más que buenas. Con todo, por lo que gana, es por su estética.
Parece un reloj convencional
A la vista y al tacto, es sólido y robusto y, lo mejor, es que no parece un smartwatch a primera vista. Se puede, de hecho, hasta escoger una correa de titanio que le otorga junto a su acabado la apariencia propia de un reloj de lujo. El precio alcanza los 899 euros e incluye hasta corona giratoria. En suma, un reloj de verdad que, además, es un smartwatch.