Si tu coche, por las razones que sea, duerme cada día en la calle, seguro que es una de las cosas que más rabia te dan. Nos referimos, por supuesto, a esa desagradable sorpresa que supone salir a la calle dispuesto para ir rumbo a donde sea a primera hora de la mañana y encontrarse con una capa de hielo en el parabrisas. ¿Cómo podemos quitarla rápidamente? Te lo explicamos.
Olvídate de la rasqueta
La rasqueta, por si la capa es gruesa, y una botella de agua caliente son las dos soluciones que muchos usan; pero utilizarlas supone coger frío en las manos, correr el riesgo de que el cristal se rompa (hasta la Guardia Civil lo advierte) y perder un tiempo que, a primera hora de la mañana, a nadie le sobra. Limpiar de hielo un parabrisas –y no sólo, porque también hay que hacer lo mismo en los cristales laterales- puede requerir, perfectamente, diez o quince minutos. Y conducir con hielo en el parabrisas, además de que implica una multa que puede llegar a los 200 euros, reduce la visibilidad y puede costarte un accidente.
Hielo y alcohol
Además de los sprays de descongelación comerciales que puedes encontrar en Amazon o en tu tienda de recambios por precios que oscilan entre los 6,95 del más económico y los 15 del más caro o los descongeladores portátiles, hay una solución fácil y económica: mezcla alcohol de 96 grados y agua en proporción 80-20, introdúcelo en un pulverizador y elimina el hielo de tu parabrisas en segundos. El punto de congelación del alcohol (-114 grados) es muy inferior al del agua y, por eso, derrite el hielo. Otra opción son las soluciones de agua salada. Utiliza uno u otra y, también, orienta el flujo de aire de tu coche hacia el cristal tan pronto como el motor se caliente un poco.