Según la Generalitat, las poblaciones de lobo prácticamente desaparecieron de Catalunya a inicios del siglo XX, aunque, a partir del año 2003, empezaron a hacerse algunas identificaciones aisladas de ejemplares, sobre todo en la zona del Cadí y del Ripollès. Veinte años después en Catalunya no hay una población reproductora establecida de lobos, aunque hay presencia de individuos aislados, que son animales que provienen de la dispersión natural de la población de lobos presente en Francia. Todos ellos son de origen italoalpino.

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Cinco ejemplares

Así, actualmente hay unos cinco ejemplares de lobo identificados genéticamente en Catalunya, todos machos. Durante los últimos 5 años no se ha detectado ninguna hembra y, por lo tanto, no existe ninguna evidencia de reproducción. Este 2023 solo se ha constatado un daño causado por el lobo, en el Moianès. A pesar de esta situación, desde la Generalitat se quiere avanzar trabajo y, por si acaso en algún momento vuelve a haber una población estable, "consensuar" con los sectores implicados "las acciones a impulsar para la prevención y la gestión del conflicto con el lobo" si finalmente se arraiga un grupo de ejemplares.

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Grupo de Trabajo

Para cumplir esta es la misión, desde la Generalitat se impulsa el Grupo de Trabajo del Lobo a Catalunya, un nuevo órgano de gobernanza que se ha reunido esta semana por primera vez en Barcelona. El grupo está liderado por el Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural y nace con un objetivo claro: mejorar la coexistencia entre el lobo y las poblaciones locales mediante el planteamiento de nuevas acciones para minimizar los conflictos sociales asociados que se puedan derivar de una posible presencia reproductora del lobo y aumentos de ejemplares en Catalunya. Además, uno otro de los objetivos es facilitar sinergias y tejer relaciones entre todos los actores sociales relacionados con esta temática, en especial las organizaciones profesionales agrarias y ganaderas y el tercer sector ambiental. Este espacio servirá también para consensuar, entre las diferentes áreas de la Administración y las organizaciones agrarias, ganaderas y ambientales, las principales acciones de "gestión" del lobo.