Con las centrales térmicas convertidas en un recuerdo y las nucleares –al menos en España- con fecha de cierre, el sistema de producción de energía necesita de tecnologías capaces de ofrecer una continuidad en el servicio que los desarrollos eólicos y fotovoltaicos no pueden ofrecer si no se combinan con costosos sistemas de almacenamiento energético. ¿Puede ser la geotermia parte de la respuesta que las necesidades energéticas de la población necesitan? Existe un dispositivo, las bombas de calor geotérmicas que podrían formar parte de la solución.

sala de geotermia 1
 

Producir calor

Hoy, en torno a un 70% de la energía que se usa en el mundo se emplea para producir calor. En este contexto, identificar una tecnología capaz de desarrollar estos procesos de forma limpia se convierte en una prioridad. A fecha de hoy, las bombas de calor geotérmicas parecen una de las mejores soluciones. Sólo en 2022, se han vendido unas 415.000 unidades de bombas de calor geotérmicas en todo el mundo. Algunas se emplean para usos domésticos y, otras, grandes proyectos de calefacción urbana. Las unidades de GHP no residenciales constituyen aproximadamente el 43% del mercado en 2022.  En sí, son dispositivos que aprovechan el calor del subsuelo para convertirlo en energía aprovechable en superficie.

Grandes empresas

En este mercado creciente, grandes empresas como Mitsubishi, Siemens y Carrier se erigen como actores clave. Más allá de la simple calefacción, estos dispositivos se utilizan para usos tales como el secado de cosechas o la obtención de calor para procesos industriales diversos. Con todo, hoy son los usos residenciales los más frecuentes. En España, existen dos ejemplos de éxito de esta tecnología activados ambos por Hunosa en Mieres y Langreo, donde amplias zonas de estas dos viejas ciudades mineras disfrutan de calefacción casi ilimitada y a precios ventajosos gracias a bombas de calor alimentadas por la energía que se extrae del agua que almacenan las antiguas galerías mineras. Hunosa planea extender el proyecto a otras zonas como, por ejemplo, el municipio de Aller.