De momento, y desde este mes de mayo, Catalunya dispone de un documento denominado Estrategia Catalana de Biogás 2024-2030 que detalla la serie de actuaciones que el Gobierno tendría que impulsar para conseguir que la producción de gas mediante residuos orgánicos se convierta en una industria importante en el territorio. Además, existe incluso una dotación económica (3 MEUR) para conseguir que el gas que se produzca (biometano) pueda inyectarse en la red de gasoductos. ¿Servirá todo para conseguir alcanzar los ambiciosos objetivos que el Gobierno plantea? Por toda España (Catalunya especialmente) el grado de desarrollo de la industria del biogás es muy mejorable.
Objetivos
Entre los objetivos que se fijan en el documento figuran alcanzar la gestión para la producción de biogás de 8,5 millones de toneladas de materiales orgánicos, tres veces más que en la actualidad y multiplicar por 3,3 la producción de energía primaria del biogás (hasta 2 TWh al año). Lograrlo, y así se detalla, será imposible sin la instalación de hasta 246 MW de potencia con biogás, que equivaldrían a unas 12 nuevas plantas cada año de aquí a 2030. Se estima una inversión necesaria de hasta 2.280 millones de euros, fundamentalmente de iniciativa privada, y la generación de unos 460 puestos de trabajo directos y de 1.100 de indirectas.
Ayudas
Para conseguirlo, el Gobierno ya ha abierto una línea de ayudas dotada con 46 millones de euros destinada a impulsar la instalación de plantas de biogás a las explotaciones agrarias pequeñas y medias prioritariamente. La Estrategia catalana del biogás 2024-2030 se enmarca en la transición de Catalunya hacia un nuevo modelo energético más limpio|neto, sostenible, democrático y justo, que pretende alcanzar la neutralidad climática el año 2050, que está caracterizada en la Prospectiva Energética de Catalunya 2050, y también en la Hoja de ruta de la economía circular. Además, permite en el sector agroalimentario encontrar alternativas para una gestión más sostenible de sus residuos y diversificar su actividad.