"Big things have small beginnings", decía T.E. Lawrence en Lawrence de Arabia refiriéndose al pequeño ejército de beduinos. Este será un año en el que veremos como algunos de los proyectos que hasta ahora solo estaban en los laboratorios aterrizan en el mundo real.

Pero no penséis que este aterrizaje lo cambiará todo de golpe. Será un aterrizaje suave, lento y progresivo. Adoptar tecnologías como la I.A. (Inteligencia Artificial) es más complicado, más costoso y se tarda más que en comprarse un smartphone, cambiar la tele de plasma a leds en vez de plasma o disfrutar del 5G o el Wifi 6.

Como decía el escritor de ciencia ficción William Gibson, "The Future is already here, it's just not very evenly distributed" (“el futuro ya está aquí, pero no está distribuido uniformemente”). Este proceso de adopción de las tecnologías creará ganadores y perdedores. Empresas, organizaciones, países y personas que irán por la vía rápida y los que se quedarán entrampados en el carril lento.

¡De nosotros depende qué carril escojamos!

1. Metaverso – Web – Web 3.0

El metaverso —este mundo virtual destinado a sustituir las redes sociales donde podremos ser nosotros, un avatar u otro yo— ha sido el gran anuncio de 2021. Hay enormes intereses en juego con un gran potencial de transformar nuestra vida mucho más allá de que lo ha hecho hasta ahora Facebook, WhatsApp, Instagram o YouTube.

Este no será un desarrollado rápido. Pero seguro que en 2022 veremos los primeros anuncios de gafas de realidad virtual de empresas como Apple, Meta (Oculus ya está aquí), Google o Samsung, y veremos también los primeros prototipos en manos de desarrolladores. El Metaverso será uno de los grandes temas del 2022.

¡Pero habrá más cosas! Las cookies empezarán a desaparecer y veremos los FLoC, grupos creados automáticamente por Google a los que se dirigirá la publicidad en vez de hacerlo de forma individual.

La web está cambiando, fenómenos como los live streamers en China que venden cosas (ahora invitando a embajadores de países para que promocionen productos...) se irán generalizando. También hablaremos mucho de la Web 3.0, pero la veremos poco. Es una web descentralizada con tokens donde podremos algún día traer nuestra identidad digital y nuestros datos y seguirán siendo nuestros. Lo que quizás empezamos a ver es la parte de micropagos de esta nueva versión de la web muy basada en blockchain (cadena de bloques).

2. Blockchain – Bitcoin – Fintech

Durante 2021 hemos visto como algunas empresas (Tesla) empezaban a aceptar pagos en Bitcoin aunque después los abandonaron. Este es un fenómeno que veremos acentuado, serán cada vez más empresas, y el bitcoin, el ether y alguna más se convertirán en una forma habitual de pago. Esto se acentuará cuando empiecen a aparecer las criptomonedas de países como China. Hay que estar a la expectativa de lo que ocurra allí, la transformación de los pagos a una criptomoneda con trazabilidad total supondría el fin del dinero negro. China puede hacerlo, porque la inmensa mayoría de los pagos son digitales. También hemos visto como plataformas como Coinbase, RobinHood o eToro se apoderaban del mercado minorista de acciones. Esto irá a más. El argumento es claro: ¡cero comisiones y una interfaz de usuario muy bien hecha!

La transformación de los pagos a una criptomoneda con trazabilidad total supondría el fin del dinero negro

Este es el preludio de un cambio de paradigma que está pasando poco a poco. La pérdida de la gestión de pagos por parte de los bancos y el mundo financiero tradicional. Lo hemos visto en WeChatPay en China y ahora con Bizum, quizás en el 2022 con WhatsApp y un monedero en ApplePay.

3. Teletrabajo y videoconferencias

A estas alturas deben ser pocos los que dudan de que el teletrabajo esté aquí para quedarse... Las videoconferencias se sofisticarán, ofrecerán más prestaciones como pizarras, traducción automática, nuevas visualizaciones del grupo que participa, avatares e incluso reconocimiento de emociones. Los desarrolladores intentarán acaparar esta variante empresarial del metaverso.

Esto está cambiando y cambiará aún más las organizaciones. La coordinación hoy en día en manos de los “mandos intermedios” pasará a código y estos se reducirán e irán desapareciendo. Los objetivos se convertirán en KPI más concretos y automatizados y las organizaciones serán más planas. Las plataformas de mensajería empresarial como Slack, tan generalizado en EE.UU., o WeChat en China empezarán a generalizarse aquí también. Menos emails, más mensajes…; todo más inmediato.

4. I.A. & Cloud

¡Este será el año del lenguaje natural! Veremos como la I.A. será capaz de traducir al mismo nivel que los traductores humanos y como ganará a los humanos en tests de comprensión. También empezaremos a ver traducciones interactivas en tiempo real, subtítulos primero y también con auriculares. Las voces empezarán a imitar el tono y la modulación de las originales.

Pero los cambios más significativos a nivel económico los veremos en la nube (Cloud). Estos últimos años hemos visto como el off-the-shelf-AI, los módulos de IA preconfigurados que hacen recomendación, personalización o incluso detectan defectos en cadenas de producción están disponibles y listos para utilizar. Se han paquetizado. Esta es una tendencia que veremos generalizarse. La IA del más alto nivel estará al alcance de todos con unas capacidades mínimas de programación. Esta IA prepaquetizada entrará fuerte en las fábricas y en el mundo de la logística, donde poco a poco todo se parecerá más a los almacenes de Amazon. La IA también entrará fuerte en sectores como medicina y veremos como mamografías o resonancias producen un prediagnóstico al instante.

Las plataformas Cloud como AWS, Azure, GoogleCloud y AliCloud seguirán ganando terreno y definitivamente los Data Centers privados y públicos pasarán a ser una especie en extinción. Los Alexa, Siri o Google Voice se generalizarán. Y eso de utilizar el mando para cambiar el canal de la tele empezará a ser historia.

5. Educación

El mundo de la educación, especialmente la educación superior, ha vivido muchos cambios con la pandemia, el online se ha convertido en el new-normal. Veremos como en muchas universidades, especialmente las privadas, crecen los SPOC. Son cursos online privados, de la universidad, soportados por grupos de chat y labs. Sustituyen a las clases magistrales de Python, cálculo, álgebra, economía... Y todo lo que básicamente es la pizarra.

Los rankings mandarán más. El mundo de la educación superior se está concentrando regionalmente (Europa, EE.UU., China, Asia…). Las grandes universidades compiten en estas ligas y cada vez más veremos universidades con investigación que aspiran a ser líderes, y universidades solo con teaching que aceptan un papel más secundario. También veremos más relación universidad-empresa. Más proyectos capstone con empresas e incluso asignaturas dadas por o con empresas. La Executive Education se ha polarizado, es online o semi-online, con estancias globales en diferentes países (Global MBA) o bien a medida. Esta tendencia no se va a revertir.

6. Geopolítica tecnológica y Políticas de Innovación

La nueva frontera se llama Deep Tech. Veremos como los gobiernos intentan posicionarse y competir en un campo donde las oportunidades son infinitas. Aquí, ¡tonto el último!

Veremos como los gobiernos intentan posicionarse y competir en un campo donde las oportunidades son infinitas

Si hay una palabra que ha definido en 2021, es competición. Hemos visto como la competición entre USA, China y Europa era constante. Bien, esto irá a más. Quedarse atrás es muy caro, ¡nadie se lo puede permitir! Esta competición no es solo entre países, sino también entre grandes empresas que operan en todo el mundo. Empresas como Amazon dedican $40B anuales a I+D+i, mientras que países como España está alrededor de $15B (público + privado).

En temas de legislación asistiremos a cierta convergencia, legislaciones como las relativas a la privacidad serán cada vez serán más similares, pero al mismo tiempo veremos como los límites de lo que se puede hacer solo con la legislación en mercados globalizados tipo winner-takes-all son más patentes.

Esta polarización, esta carrera desenfrenada, creará ganadores y perdedores y redefinirá los papeles globales. Para los países pequeños y medios estar conectado con banda ancha —con proyectos reales, grandes y ambiciosos, con relaciones continuadas y de alto nivel y con las sedes de las grandes empresas en su territorio— se convertirá en capital para poder participar en la carrera global. No estar allí, significará empobrecerse, tener que renunciar al estado del bienestar y a buena parte de las conquistas que se han conseguido estos últimos decenios gracias a saber crear valor. El tema clave del año será estar en la carrera global. Ni las empresas ni los países pueden permitirse no estar, no podrían pagarlo.

7. Smart Cities

En 2021 la pandemia ha cambiado la vida en las ciudades, el teletrabajo, los toques de queda... Hemos visto cosas que no habríamos ni soñado: ciudades vacías, trabajo desde casa...

La movilidad es uno de los elementos que más ha cambiado. Por la pandemia, por el cambio climático... En Asia hemos asistido a la optimización de los semáforos (en China por parte de Alibaba y en Singapur de la mano de Google), ganando un 10%-20% en fluidez y reduciendo la contaminación. Esto poco a poco se extenderá a muchas otras ciudades.

También la distribución, las compras son online, y esto ya no va a cambiar. Pequeños robots autoconducidos se están abriendo paso a campus universitarios, empresariales, urbanizaciones, grandes hoteles… Aún no saben funcionar en entornos normales de ciudad abierta, pero sí en entornos más amables. Veremos como esto va a más.

Igualmente, veremos extenderse la movilidad eléctrica auto conducida bajo demanda, muy lentamente, primero solo en algunas ciudades que actuarán de pilotos, pero recordad: “Big things have small beginnings…”.

La forma de vivir en las ciudades se está redefiniendo. El co-living acabará estallando y convirtiéndose en el new-normal para una buena parte de la población. También la voluntad de los ciudadanos de tener ciudades más habitables, no solo ciudades dormitorio, microbosques como en París, la ciudad de 15 minutos, áreas peatonales… una ciudad verde (no pintada de verde), ¡ciudades para vivir en ellas!

La construcción también está cambiando, Timber (madera tratada), barrios autosostenibles… es el futuro. También lo es el reconocimiento facial, que poco a poco se impondrá en aeropuertos, estaciones de tren, en vez de la documentación… En EE.UU. no es obligatoria, pero sí algo mucho más cómodo… La comodidad ganará terreno a la privacidad.

Por último, la ciudad dormitorio y la ciudad para ser visitada darán paso a la ciudad para vivir en ella y a la que crea valor e innovación. Las ciudades que creen valor darán más oportunidades a los suyos que las que no lo creen, volveremos al siglo XIX, las ciudades como crisol de innovación. Aquí las autoridades tienen mucho que hacer: poder hacer de la ciudad un lugar de experimentación (Urban Labs) donde se valide y desarrolle el futuro o bien simplemente instalarse en el “¡que inventen ellos!” de Miguel de Unamuno.

Esperemos que esta vez sea diferente...

¡Que tengáis un 2022 genial donde vuestros deseos se hagan realidad!