Catalunya, gracias a su potentísima industria cárnica que produce más de dos millones y medio de toneladas de carne anuales, es, sin duda, uno de los centros españoles y europeos más destacados de producción de proteínas para consumo humano. En Europa, por ejemplo, es el segundo territorio que más carne porcina produce y, si tomamos como referencia todo el planeta, sería el décimo. Ese liderazgo catalán indiscutible, ahora que el consumo masivo de carne en el primer mundo se señala desde determinadas organizaciones ecologistas como un problema, se quiere trasladar también al sector de las proteínas alternativas.

carne cultivada
 

¿Qué son?

Las proteínas alternativas son todas aquellas que proceden de productos que aspiran a sustituir los alimentos convencionales de origen animal como la carne de ganado, las aves, los huevos, la leche convencional o el pescado. Entre estos productos figuran los sucedáneos vegetales de la carne o la leche, la carne cultivada a partir de células o, también, los insectos, las setas o las algas y las harinas desarrolladas a partir de estos. Sólo en Catalunya, 103 empresas se dedican a elaborar productos de este tipo y facturan 269 millones de euros el año. Son cifras que están lejos de los 10.000 millones de euros anuales que genera la industria cárnica catalana, pero suponen un punto de inicio más que interesante.

Sector estratégico

Más allá de disquisiciones sobre lo que cultural y socialmente comporta el auge de este tipo de alimentos, el Departament d’Empresa i Treball de la Generalitat constata una evidencia: según un estudio elaborado en 2023, concluye que el de las proteínas alternativas es un sector “estratégico y de futuro”  que podría generar en todo el mundo un volumen de negocio equivalente al trillón de dólares el año 2040. Las ventas mundiales de estos productos representaban 21.000 millones de dólares en 2017 y, cinco años después (2022) supusieron 27.000 millones. Éxitos como el de Fuah!, el sustituto vegetal español del foie convencional, lo demuestran.

Casi mil empleos

Las 103 empresas catalanas dedicadas a la proteína alternativa generan más de 900 puestos de trabajo. El informe contempla tanto empresas dedicadas exclusivamente a los productos basados en proteína alternativa (alimentos de origen vegetal o insectos), como otros del sector cárnico o lácteo con líneas de productos vegetales, aparte de las especializadas en ingredientes para la mejora del sabor, el aroma y la textura de los alimentos; o en los suplementos, entre otros.