Se acabaron los frenos hidráulicos. ZF, una empresa alemana, tiene un sistema mejor. Se llama Brake by Wire y, si finalmente gana la partida y se convierte en hegemónico, nos permitirá olvidarnos para siempre del líquido de frenos.
¿Cómo funciona?
Se trata de un sistema eléctrico. El líquido de frenos se sustituye por cables que conectan los frenos con la unidad de control del vehículo y unen ésta con –lo mismo dará que sea un pedal o un botón- un dispositivo que el conductor podrá activar cuando considere. Al estar la costumbre de frenar con el pie muy arraigada, es de esperar que en una primera etapa se mantenga el sistema de pedales, pero nada impide que, en breve, acabemos frenando de otra manera. No habrá más fugas de líquido de frenos y tampoco serán necesarios tantos ajustes como ahora.
Para coches eléctricos
De momento, el sistema se ha instalado ya en coches eléctricos de la marca china BYD y el resultado es inmejorable. De hecho, hasta incrementa la autonomía del vehículo. Es apto también para vehículos comerciales y transportes colectivos. Y, sí, todo indica que es el futuro. Circulando a 100 kilómetros por hora, reduce la distancia de frenado en nueve metros.