Los regalos estrella que triunfan entre las cartas de los más tecnológicos son los 'smartwatch' o pulseras inteligentes, móviles, tabletas y muñecos conectados a internet. Muchos de estos están diseñados para niños desde los 3 hasta los 8 años... aunque tienen prestaciones como la cámara de fotos, a la vez que servicios de transferencia de datos, cuya combinación puede resultar peligrosa.

El diseño de dispositivos 3.0 para niños cada vez es mayor y provoca el aumento de su demanda, aunque muchas veces no están adecuadamente protegidos y necesitan la supervisión de un adulto durante su uso. Por este motivo, Always On, compañía especializada en protección digital, advierte sobre la precocidad con la cual los menores adquieren este tipo de dispositivos tecnológicos y aconseja sobre la necesidad de aplicar medidas de ciberseguridad.

Los 'smartwatches' o pulseras inteligentes diseñadas para niños tienen utilidades como cámara y transferencia de datos. Combinación peligrosa si se manipula sin supervisión de un adulto ya que estas fotografías pueden ser interceptadas por un tercero y acabar en la red.

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Los móviles y tabletas son dispositivos que suelen comprarse en su versión convencional, en la mayoría de ocasiones no se adquieren adecuadamente para niños. Las unidades diseñadas para adultos no están programadas para el correcto uso de los menores.

Always On advierte que es importante hacer comprobaciones en los buscadores para que en todo momento esté activado el control parental, la restricción de investigaciones y el acceso a contenido adulto; así como la importancia de la instalación de antivirus y sistemas de protección contra espionaje o acceso de terceros a la red wifi o al dispositivo.

La nueva moda de internet de los juguetes, muñecos que tienen conexión, funcionan con reconocimiento de voz y se enlazan a través de bluetooth a una aplicación mediante la cual se controlan los diálogos y actividades que realiza el niño con el juguete. Se han detectado vulnerabilidades por las cuales se puede acceder al control remoto del juguete por parte de uno tercero que podría comunicarse con el menor y obtener información.

Con estas medidas, se pretende concienciar sobre la importancia que los padres adviertan, prevengan e instruyan sus hijos y familiares sobre los peligros de un uso inadecuado de dispositivos y aparatos conectados a internet.