Se llaman Jonathan Moral y Juan Pendas y, además de ofrecer desde su tostadero de Castelldefels (Barcelona) uno de los mejores cafés que hoy se pueden encontrar en España –te lo llevan hasta cualquier punto de la Península en 24 horas- brindan algo que nadie más parecido a ellos hace: si te decides por el formato cápsula para disfrutar de su café, no tendrás que hacer nada para reciclarlas.

Cápsulas Residuo 0
El sistema es simple, y lo explica el propio Jonathan: “empleamos un material 100% biodegradable o, si lo prefieres, trabajamos con cápsulas compostables nivel home. ¿Qué significa eso? Pues que las puedes tirar en la fracción orgánica o, si lo prefieres, enterrarlas junto a tu planta preferida sin más. En 26 semanas desaparecen”.
Sus cápsulas, además de garantizar que siempre se pueda disfrutar de todo el sabor de Café de Finca, son las primeras del mundo certificadas como OK Compost Home. El cuerpo de las mismas está elaborado con materiales renovables de origen vegetal y cuenta con Certificación 4 estrellas de base biológica. La etiqueta es de celulosa y la tapa inferior y superior están certificadas también para compostaje y, justo igual que la etiqueta y el cuerpo de la cápsula, disponen también de la misma Certificación 4 estrellas. “De lo que se trata es de ofrecer un producto excelente que brinde el máximo placer en cada taza y que, también, sea respetuoso con el medio ambiente, pero sin que carguemos al cliente con obligaciones innecesarias. El café es relación, es disfrute y es placer y, por eso, no queremos añadir complicaciones”, señala Jonathan.

Y, además, el mejor café
Sea como fuere, lo más importante de las cápsulas residuo 0 de Café de Finca es su contenido. De momento, están disponibles con café de tres fincas diferentes. Encontramos, así, cápsulas de con café de la finca brasileña de Santa Cecilia, de la finca Santa Elena de Honduras y de la finca Pico de Orizaba de México. “El primero se cultiva a poca altitud y, tomado solo, recuerda a una crema de avellanas. El de Honduras, es muy versátil y se puede disfrutar solo y con leche. Es dulce y tiene un cierto toque a chocolate con leche. Por último, el Pico de Orizaba es suave gracias a su proceso de descafeinado orgánico y expresa notas de cacao del 60%. Tiene un cierto aroma de especias y una acidez agradable”, explican los responsables de Café de Finca.
También, por supuesto, los creadores de este proyecto que nació en 2009 nos explican el concepto que existe detrás del nombre que identifica a sus singulares creaciones: “queremos trasladar al mundo del café algo que, en ámbitos como el del vino, está ya muy asentado. El café explica historias y esas historias están vinculadas al lugar donde se cultiva, a quienes hacen posibles esos cultivos y, también, a quienes hacemos que llegue a tu casa y a tu taza. Luego, la historia, la completas tú. Del mismo modo que tenemos asumido que el vino; además de proceder de un origen concreto, es distinto en función de la finca de la que procede o de las cepas en las que han nacido las uvas que lo han hecho posible; ahora queremos que se entienda que el café también puede ofrecer sensaciones similares o, incluso, a veces hasta mejores. También hay Café de Finca, por supuesto. Y en nuestro, lo es. El café es un placer y, además, no es un placer caro, porque cualquiera puede permitirse disfrutar de un café de calidad”, explica Jonathan. Ahora, además, esa calidad es 100% biodegradable sin que los amantes del café tengamos que hacer nada más que disfrutar de cada taza. Por supuesto, además de en formato cápsula, lo ofrecen en bolsa.