Lo advierte, además, echando mano del concepto con el que Jean Jacques Rousseau, en aquella época de cambios disruptivos que fue el s.XVIII, dibujó el marco que ha regido las relaciones entre los individuos, los Estados y la convivencia hasta ahora mismo en Occidente. El cambio que supone la irrupción de la IA hace que sea imprescindible una reflexión fruto de la cual, entre todos, deberemos redactar un nuevo contrato social que reemplazará al que nos ha funcionado durante casi tres siglos y que determine qué derechos y obligaciones básicas tenemos las personas y las máquinas –en realidad, debería decir Álvarez-Pallete mejor las organizaciones que poseen las máquinas en este nuevo contexto que está prefigurándose.
Artículo
Sobre estos particulares reflexiona el presidente de Telefónica en un artículo titulado Pienso, luego existo. IA: Es el momento de pararse a pensar que se ha publicado en la web de la compañía que lidera. El directivo considera que la inteligencia artificial generativa supone, “según muchos tecnólogos”, un punto de inflexión en la historia humana comparable “a lo que fue la llegada de la imprenta o la fisión nuclear”.
Optimismo
El presidente de Telefónica recuerda también en su texto que "la tecnología siempre ha hecho avanzar a la humanidad" y considera que una herramienta como la IA generativa "tiene la capacidad de hacerlo de forma exponencial", Cita, además, ejemplos como DeepMind, que en 2021 desarrolló un modelo “capaz de predecir la forma de los aminoácidos que componen las proteínas” para, por ejemplo pueden “diseñar cultivos resistentes al cambio climático, d nuevas medicinas o enzimas capaces de degradar el plástico". Las posibilidades están ahí, pero sin regulación, pueden volvérsenos en contra: "como ya ha ocurrido en anteriores revoluciones tecnológicas, no podemos dejar que campe a sus anchas. No todo lo que la tecnología es capaz de hacer es bueno o socialmente aceptable". No la cita pero en la mente de Álvarez-Pallete, que tenía 21 años cuando se estrenó Terminator, seguro que están Skynet y sus tropelías. De nosotros depende. Y Álvarez-Pallete es claro: según explica en su artículo, la traducción más exacta del cogito, ergo sum castesiano pienso y, por tanto, soy. Para el presidente de Telefónica, existir no es lo mismo que ser y, por eso, y como él mismo dice, aunque las máquinas "puede que piensen y puede que existan", sólo el ser humano, que "puede pensar y sentir, es". Por tanto, y visto que somos, ha llegado el momento de ver lo que hacemos con esto que tenemos entre manos ahora.