El economista, ex ministro de Industria con Zapatero y estudioso del impacto de la pandemia del Covid-19 en España lo tiene claro: durante aquellos aciagos meses, murieron en nuestro país muchas más personas que las 116.000 que admite el INE. Lo cuenta todo en El virus interminable:verdades errores y mentiras, su último libro. Él calcula un 30% más de fallecidos

150.000, su estimación: Fernando Simón debe excusarse
La estimación de fallecidos por culpa del Covid-19 que realiza Miguel Sebastián alcanza las 150.000 personas, casi un 30%. Los datos oficiales, considera, “están sesgados a la baja, porque los muertos fueron muchos más, desgraciadamente”. En el libro, además, Sebastián muestra su perplejidad sobre lo que ha sucedido con la figura de Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias desde 2012 y cara visible de la gestión del Gobierno durante aquellos aciagos meses. Sebastián, explica, no entiende por qué no ha sido aún cesado: “jugó la baza casi política de decir yo soy la voz de esto y esto se hace así porque yo lo digo y además tengo a la izquierda conmigo. Cómo si los que no estábamos de acuerdo fuéramos de derechas. Me ha parecido lamentable, porque esto no iba de un enfrentamiento de izquierdas y derechas”, explica. Por todo ello, el ex ministro considera que Simón debe excusarse
Vacuna esterilizante
El adiós al virus, remarca Sebastián, no llegará hasta que se disponga de una vacuna esterilizante. Mientras, explica, “seguirá habiendo contagios. Las vacunas esterilizantes son aquellas que evitan el contagio porque neutralizan al patógeno. Las vacunas contra el sarampión son un ejemplo y en España, remarca Miguel Sebastián, el virólogo Luis Enjuanes espera tener una lista en 2023. Enjuanes es el jefe del laboratorio de Coronavirus del CSIC. Se trataría además de una vacuna intranasal, no intramuscular y se administraría, previsiblemente, por vía nasal en forma de aerosol. Para Sebastián, con todo, el uso de los datos que ha hecho el Gobierno durante la pandemia no ha sido correcto: él cree que debería haberlo gestionado el Instituto Nacional de Estadística y no el Ministerio de Sanidad, que no disponía de suficiente capacidad operativa. “A mí me han escrito investigadores de Australia pidiéndome series largas de datos y yo no los tengo, porque Fernando Simón se los guardaba. El Ministerio de Sanidad colgaba un informe diario y al día siguiente lo borraba. Es lamentable. España no va a poder ser uno de los países estudiados por parte de los que están investigando la pandemia en el mundo”. Sobre la cifra real de muertos, el ex ministro cree que van a hacer falta explicaciones.