Hay ciertos sectores de la derecha que niegan la violencia de género con el fin de desacreditar el movimiento feminista. Intentan posicionar a la víctima en el rol de la falsedad y su máximo argumento es el de "hay muchas denuncias falsas". Esta afirmación, sin embargo, es bien fácil de desmontar: solo hay que hacer un análisis de los datos de la Fiscalía para ver que este relato es irrisorio.

Los datos hablan

Si miramos las cifras del último año, en el 2020 se interpusieron un total de 150.785 denuncias por violencia de género en el Estado. De todas estas, no hay ni una sola condena para que fueran falsas, un delito que está recogido en el Código Penal y castigado con prisión. Según los datos de la Fiscalía, solo se está haciendo "un seguimiento" de dieciséis asuntos, pero, de todos, solo en tres casos se han llegado a incoar diligencias de investigación. Estos datos contrastan con la cincuentena de mujeres que fueron asesinadas por su pareja o expareja el mismo año, de las cuales solo siete habían denunciado, es decir, menos del 15%.

Si miramos más atrás, pasa exactamente lo mismo. Tanto en el 2018 como en el 2019 hubo seis condenas por denuncias falsas con respecto a los más de 160.000 casos anuales. Y si miramos la serie histórica, el porcentaje de denuncias falsas en caso de que todas las causas en tramitación recibieran una sentencia condenatoria, el porcentaje máximo final sería del 0,01%. La proporción entre los procedimientos por denuncia falsa desde el 2009 en que se ha dictado sentencia condenatoria es del 0,0069%.

violencia machista - pixabay

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El cuestionamiento de la víctima

A pesar de los evidentes datos que desmienten el relato de los negacionistas, este discurso nos tendría que hacer reflexionar sobre por qué la violencia de género es el único delito en que se cuestiona de una manera tan brutal la denuncia de la víctima y la palabra de las mujeres, cuando es el delito por el cual menos denuncias falsas se registran.

Un ejemplo claro y mediático es el caso de la víctima de la Mandada, que fue perseguida por detectives privados que siguieron su vida privada posterior y sus publicaciones en las redes sociales y cuestionaron qué hizo la noche de la agresión. Y es que muchos juristas explican que en estos casos casi siempre aparece la llamada "duda patriarcal" entre los magistrados.

La violencia no solo son golpes

Antes, la violencia de género solo era concebida como maltrato, pero gracias a la lucha y a los reclamos de las mujeres, hoy la sociedad y la legislación entiende y reconoce que la violencia es mucho más amplia que las agresiones físicas. Precisamente, para explicar lo que abarca este concepto, Amnistía Internacional desarrolló la metáfora del iceberg.

En esta ilustración, por encima del agua encontramos aquello visible, que solo es una pequeña parte de lo que realmente se esconde debajo. Allí están los feminicidios, los abusos sexuales, las agresiones, las amenazas o los gritos; la violencia explícita hacia las mujeres que deja huella y que todo el mundo reconoce. Pero bajo el agua, el iceberg sigue y esconde conceptos que en muchas ocasiones normalizamos, como por ejemplo el lenguaje, humor o publicidad sexista, el control, la invisibilización o el menosprecio.

La violencia machista, pues, se esconde en formas sutiles que suelen ser los pasos previos a los actos de la parte superior y que dan lugar a la violencia explícita. Por eso es tan importante saber detectar la violencia de género en todas sus formas.

¿Qué hacer si eres víctima?

Si eres víctima de violencia de género puedes llamar al 061 o al servicio de atención permanente del 900 900 120 contra la violencia machista, es gratuito y confidencial y funciona cada día del año, durante las 24 horas del día. Se puede acceder por teléfono y correo electrónico, y atiende las demandas relacionadas con cualquier forma de situación de violencia contra las mujeres como peticiones de información de mujeres que viven situaciones de violencia, sobre los recursos existentes a Catalunya en materia de asistencia a la violencia contra las mujeres, solicitudes de asesoramiento sobre posibles actuaciones a realizar ante una situación de violencia contra las mujeres, procedentes de particulares y/o profesionales.