El día que los nuevos agentes de Mossos d'Esquadra reciben los diplomas y tiran la gorra cuando se rompen filas es uno de los días más importantes y recordados por los policías cuando arrancan, tras esfuerzo, su carrera. Es el día que las lágrimas inundan los ojos de los orgullosos padres, de las satisfechas parejas y de los mismos agentes. Nada en el mundo podría hacer que alguno de los agentes recién salidos de la Escuela de Policía del ISPC se quisieran perder este día. Y este día era hoy. Y Víctor, un agente de esta 36.ª promoción de policías, ahora destinado en prácticas a la comisaría de los Mossos en Nou Barris, en Barcelona, ha estado a punto de perdérselo.
Pero finalmente ha podido estar en la pista de atletismo del ISPC y disfrutar del acto y, también, lanzar la gorra, como el resto de sus compañeros de promoción y de sección. Nada hacía pensar, después de la lesión que sufrió durante la detención de un hombre, y que lo hace ir con silla de ruedas, que pudiera estar.
Lesión grave de fémur en una intervención
Hace menos de siete días, cuando estaba trabajando, y acompañado de un sargento, se dirigieron a un incidente en la vía pública. Una persona que sufría un trastorno psiquiátrico, armado con un arma blanca, intentó lesionar a varias personas. Víctor y el sargento fueron la segunda patrulla en llegar al lugar y, junto con otros compañeros, pudieron hacer una contención del hombre violento, con tan mala suerte que parte del pelotón de policías y el hombre, cayeron sobre la pierna del joven policía.
Una lesión muy grave de fémur que ahora lo hace ir con silla de ruedas mientras se recupera de la operación a la que se tuvo que someter. Sigue ingresado en el hospital, pero desde la Dirección General de la Policía, sabiendo la importancia de un día como el de hoy, han acordado con el hospital un traslado hasta Mollet del Vallès para poder asistir al acto. Ha salido vestido de policía del hospital, con la gorra tradicional de los aspirantes, y volverá, ya con la gorra de plato de los Mossos. Él, sin embargo, ya había hecho de policía antes de ingresar.
Las lágrimas abrazando a los compañeros
Durante el discurso que ha pronunciado el president de la Generalitat Pere Aragonès, que ha encabezado el acto, ha explicado brevemente la historia de Víctor y al acabar, el director general de la Policía, Pere Ferrer, el conseller Joan Ignasi Elena y el mismo president se han acercado para saludarlo. Pero cuando se ha emocionado ha sido cuando sus compañeros de sección, con quienes ha hecho el curso de la escala básica, el curso que lo ha hecho policía, han venido corriendo a abrazarlo después de lanzar la gorra. El agente Víctor ha llorado. Si todo va bien, el proceso de recuperación será de entre cinco y seis meses, después, podrá volver al servicio, en Nou Barris, donde está destinado ahora, o allí donde toque.
