Una cincuentena de cadáveres de perros han aparecido en una finca de la localidad de Tossa de Mar (Selva). Los animales se encontraban en un estado de descomposición avanzado y estaban envueltos con bolsas de basura. Los Agentes Rurales están investigando los hechos. 

El terreno donde se han localizado está cerca de la urbanización de Salions, entre Tossa de Mar y Sant Feliu de Guíxols. Este es propiedad de la madre de Natàlia Ràfols, una veterinaria de Vidreres inhabilitada por mala praxis. El Colegio de Veterinarios de Girona la suspendió y fue sentenciada por un tribunal.

Una veintena de los perros llevaban chip identificador y se pudo contactar a los anteriores propietarios. Una de las hipótesis que se baraja es que los animales podrían haber muerto y en vez de ser incinerados, como exige la ley, se fueron tirando en el bosque.

Actualmente el caso se encuentra en manos de la Fiscalía de Medio Ambiente, y se ha pasado el expediente a la consejería de Territori y Sostenibilitat. El Consell Comarcal de la Selva ya se ha hecho cargo de los cadáveres y los ha incinerado.