El Mayor, Josep Lluís Trapero, ha reunido a los 200 mandos del cuerpo en una nueva reunión de análisis de las protestas que continúan desde la detención y encarcelamiento de Pablo Hasél.

Las convocatorias y los incidentes no cesan, y se ha llegado a un punto de más violencia. Si el ataque a la comisaría de Vic fue un toque de alerta, el incendio de la furgoneta de la Guardia Urbana el sábado con un policía dentro, ha hecho saltar todas las alarmas.

Tanto Interior como el Ayuntamiento dicen que la colaboración policial es inmejorable. Pero hoy los mandos que tienen que dirigir los dispositivos y los que están sobre el terreno se reúnen para analizar los hechos y la evolución de las protestas.

Trapero ha convocado a 200 mandos. Hablará la cúpula, los servicios implicados y se escuchará al territorio. La reunión se hace en Egara, el complejo central de los Mossos d'Esquadra, en Sabadell.

Durante la reunión se analizarán los disturbios de estos últimos días, se trabajará en la planificación de la respuesta policial y en cómo se tiene que afrontar la evolución de los incidentes. Trapero dará la palabra a todos los mandos para hacer frente al nuevo perfil de protestas.

La policía ha cerrado hace sólo unas horas la operación donde se ha desarticulado a un grupo violento y organizado que actuó en los disturbios del sábado pasado y en la crema de una furgoneta de la Guardia Urbana. Los investigadores atribuyen a los ocho detenidos pertenencia a grupo criminal, delito de tentativa de homicidio y los delitos de desórdenes públicos y daños. Se trata de 5 hombres y tres mujeres, todos mayores de edad, que actuaron conjuntamente y con un grado de violencia muy elevado, realizando daños en entidades bancarias, tiendas y mobiliario y quemando un vehículo de la Guardia Urbana de Barcelona. Según los Mossos todos ellos actuaron de manera conjunta con la crema de la furgoneta de la Guardia Urbana de Barcelona, en cuyo interior estaba el agente conductor del vehículo policial, que pudo salir por la puerta del copiloto sin que se tuvieran que lamentar daños personales. De estos detenidos, 6 son de nacionalidad italiana, 1 de nacionalidad francesa y 1 de nacionalidad española.

Se trata de una reunión de trabajo, similar a la que se hizo el 19 de febrero donde el cuerpo se conjuró para blindarse de injerencias políticas. En aquella ocasión los mandos hicieron un bloque compacto sobre posibles injerencias políticas. El debate sobre el modelo de orden público, sus actuaciones estos días en las protestas por el encarcelamiento de Pablo Hasél y el cansancio del cuerpo, que va arrastrando un malestar desde el referéndum del 1-O, ha chocado ahora con las negociaciones para la investidura donde el debate político los ha vuelto a poner en el centro. En juego, el modelo de orden público que ha entrado de lleno en las negociaciones para hacer Gobierno entre ERC y CUP.

Cerrar filas

Después de unos primeros días convulsos con el cuerpo al límite, la última semana se ha rebajado la tensión. La última reunión convocada por el Mayor, Josep Lluís Trapero, con los máximos mandos del cuerpo, con todos los comisarios e intendentes, sirvió para "cerrar filas" según fuentes conocedoras de la reunión. Hubo "mucha unidad". Los mandos cerraron filas con los antidisturbios, se defendió y avaló la actuación de las unidades de orden público en la calle estos días, Brimo y Arro, y se destacó el trabajo que están haciendo en todo el territorio.

Como hoy, Trapero abrió turno de intervenciones entre los mandos. Hasta 15 manos se levantaron e intervinieron en la reunión, donde se constató la necesidad de que los mandos estén más cerca de la base, más al lado de los agentes, para darles el apoyo que no están encontrando estos días de la cúpula política.