Consciente del último año de polémicas a su alrededor y de su nombramiento como Major de los Mossos, Josep Lluís Trapero ha cerrado el parlamento de su primer Dia de les Esquadres con el máximo rango del cuerpo pidiendo poner los contadores a cero. Como lo ha hecho a lo largo de los años que ha sido comisario jefe, ha pedido disculpas por los errores cometidos y ha prometido mejoras para los 17.000 agentes del cuerpo: "17.000 disculpas por los momentos que no he estado a la altura y 17.000 promesas para hacerte sentir lo importante que eres para nuestro futuro".
Y ha retrocedido hasta sus orígenes como metáfora para recibir la aprobación del cuerpo: "El martes, cuando me nombraron Major, me volvieron a nombrar mosso d'esquadra".
"Mossos y mosses que podéis estar orgullosos del trabajo que hacéis. Una policía profesional, prestigiada, reconocida, que no da miedo. Una policía confiable, comprometida, próxima que no pone barreras", ha dicho Trapero del cuerpo de los Mossos d'Esquadra.
El máximo responsable policial de los Mossos se ha hecho suyas las palabras que el martes pronunció el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, en el acto de toma de posesión de Major cuando habló de la policía social. "Conecta con la idea de que la policía ocurre uno de los servicios básicos de la ciudadana. Un pilar sobre el cual se desarrollan las sociedades modernas. Cuanto más lo fortalecemos, la profesionalizamos, más policía social, más bienestar de la ciudadanía", ha dicho.
Y ha hablado del futuro: "Tenemos grandes retos por delante que afectarán al policía del futuro, especialmente los mandos tendremos que estar atentos a estos cambios".
El Major de los Mossos ha destacado como máximos retos del cuerpo la lucha antiterrorista a que actualmente se dedica ya el 32% del patrullaje, y a la lucha contra los robos con fuerza a domicilio por la cual ha anunciado un nuevo grupo polivalente que coordinará informaciones por todo el territorio.
Un recuerdo para los que no están
Durante su parlamento, Trapero ha tenido un recuerdo para los dos agentes rurales muertos en Aspa a tiros de un cazador y para el comisario David Piqué, muerto el septiembre pasado repentinamente y altamente reconocido por el cuerpo y por sus responsables políticos. En el acto, de hecho, se ha dado la medalla a título póstumo tanto a Piqué como a las mujeres e hijos de los dos agentes rurales.
