Los pacientes de las urgencias hospitalarias de la red pública esperaron por término medio 62 minutos por visita en 2023, según un análisis de la ACN a partir de datos de Salut. A pesar de reducirse en dos minutos respecto al 2022, la espera es muy superior a la que había hace una década. Algunos hospitales destacan por encima del resto, como el Hospital del Mar, con 114 minutos, y el Hospital residència Sant Camil (Garraf), con 104, mientras que otros lo han recortado drásticamente, como el Hospital de Bellvitge, de 130 minutos en 2019 a 55 el año pasado. Con respecto a los ocho hospitales gestionados por el Institut Català de la Salut (ICS), los pacientes esperaron 62,4 minutos el año pasado, unos 5 menos que en 2022 pero lejos de los 40 minutos que registraban en 2010.

Según datos del Departament de Salut obtenidos por la ACN a través de una petición de Transparència, el año pasado hubo una pequeña reducción del tiempo de espera medio en las urgencias hospitalarias de los centros que forman parte del SISCAT. Tomando como muestra esta sesentena de centros hospitalarios públicos y privados con servicio de urgencias financiado, la reducción del tiempo medio de espera en 2023 ha sido de poco menos de 2 minutos y se sitúa en 61,9 minutos, más de una hora, entre el triaje y la atención médica. No obstante, este tiempo sigue muy por encima de los niveles de 2010, justo antes del recorte en el gasto de la Generalitat a raíz de la crisis económica.

Las urgencias hospitalarias de la red pública atendieron en el año 2023 a 3,8 millones de pacientes, un 2,2% más que el año anterior. El incremento de la demanda no se ha traducido, este año, en un aumento de los tiempos de espera, pero en general es uno de los factores que más está pesando en la saturación en las salas de espera de las urgencias, como constata a la ACN la directora del servicio de Urgencias del Hospital de Sant Pau, Mireia Puig. La doctora detalla que el incremento de pacientes en las urgencias hospitalarias ha sido progresivo desde 2010, a razón de un 2,5% anual, y a los centros sanitarios les cuesta absorber esta demanda porque el personal y los espacios no han crecido en la misma proporción.

doctora Mireia Puig del Hospital de Sant Pau
Doctora Mireia Puig del Hospital de Sant Pau / Foto: ACN

Cambia el perfil de usuario de la urgencia hospitalaria

Otra razón es que el perfil de usuario de la urgencia hospitalaria "está cambiando", añade, con un aumento importante de las personas mayores. "Los pacientes ancianos cada vez son más y su comportamiento en urgencias es distinto, con un tiempo de resolución más alto", dice, y también un porcentaje más elevado de ingreso posterior en el hospital. Como la propia doctora explica, el factor que más pesa en la saturación del servicio de urgencias son los box ocupados por pacientes que esperan para ser ingresados, porque eso imposibilita atender a buen ritmo las nuevas urgencias que entran.

La época invernal, la más delicada

Analizados mes a mes, los tiempos de espera varían al alza y a la baja, mientras que el volumen de urgencias atendidas no muestra grandes picos ni caídas a lo largo del año. Según la doctora, a la relación entre demanda y tiempo de espera hay que añadir el factor estacionalidad, con un volumen más alto de actividad y más camas ocupadas en los hospitales en época invernal, que también tensiona el servicio de urgencias. En este sentido, los meses fríos (diciembre, enero, febrero y marzo) son de largo los que registran la espera más elevada en 2023. Los 71,7 minutos del mes de diciembre marcaron el pico del año, coincidiendo, este sí, con la mayor acumulación de urgencias, 367.216. En cambio, en febrero y en marzo el tiempo de espera medio es superior al de abril o junio, aunque estos acumularon más urgencias. Otro ejemplo es el mes de septiembre: fue el mes con el menor tiempo de espera (57,1 minutos), pero no el mes con menos urgencias (313.2230, el 8,1% de las urgencias anuales).

El Hospital del Mar, el que más espera tiene

Entre centros hospitalarios se aprecian diferencias importantes en los tiempos de espera. El caso más extremo es el del Hospital del Mar, en Barcelona, con 114 minutos por término medio en el año 2023. El tiempo ha seguido escalando los últimos años (de 95,9 minutos en 2019 a 110 minutos en 2022). Para hacer frente a esta situación, el centro estrenó este mes de marzo una ampliación del servicio de urgencias, que pasa de 2.600 a casi 5.200 metros cuadrados, e incorpora 72 puntos de atención y consultas, con disponibilidad para ampliar la capacidad que tenía hasta ahora, de 43.

El otro equipamiento que destaca en negativo por sus elevados tiempos de espera es el Hospital residència Sant Camil (centro de referencia en el Garraf), que tiene un registro de 104 minutos en 2023. Con todo, ha logrado recortar los 156 minutos que tenía hace tan solo un año. Sorprendentemente, en 2019 presentaba un tiempo medio mucho más corto y por debajo de la media, de 46 minutos. En el otro extremo, está el caso del Hospital de Bellvitge, que de 130 minutos de espera (el más elevado de 2019) ha bajado hasta los 55 en 2023, por debajo de la media general. También por debajo de la media está el Hospital materno infantil Sant Joan de Déu, uno de los centros de Catalunya con más urgencias atendidas (144.589) y con menor tiempo de espera (58 minutos).

Los tiempos de espera en los hospitales gestionados por el ICS

En el caso particular de los ocho hospitales que gestiona el Institut Català de la Salut (ICS), se puede comparar el tiempo de espera medio de 2023 con el que había en 2010, gracias a los datos hechos públicos por el Govern en 2011 en respuesta a una pregunta parlamentaria. Y la diferencia entre entonces y ahora supera los veinte minutos: de 39 a 62. En este grupo están centros como el Hospital Vall d'Hebron, el Hospital Germans Trias i Pujol (Badalona), el Hospital Doctor Josep Trueta (Girona), el Hospital de Bellvitge y el Hospital Joan XXIII de Tarragona.

En el Vall d'Hebron, por ejemplo, al principio de la década pasada, el tiempo medio era inferior a la hora (48 minutos, en 2011) y en cambio el año pasado los pacientes esperaron por término medio 88,9 minutos, casi el doble. De los ocho hospitales que gestiona el ICS, este es el que tiene un tiempo de espera más elevado, pero también es, de largo, el que atiende más urgencias de Catalunya, más de 200.000 solo el año pasado. También del ICS, el Hospital Arnau de Vilanova, referencia en Ponent y el Pirineo Occidental (105.059 urgencias atendidas) tiene también un tiempo de espera medio elevado, de 83 minutos, pero, como el Vall d'Hebron, ha mejorado en el último año, y ha rebajado en 5 minutos la espera de 2022. De nuevo, hace una década, los tiempos medios eran muy inferiores, por debajo de los 50 minutos en los años 2010 y 2011.

En Girona, el Hospital Doctor Josep Trueta atendió el año pasado 82.830 urgencias, con 61,5 minutos de espera media, superior al registro de 2022 (60,7 minutos), siguiendo la tendencia al alza con respecto a 2019, cuando la espera era de 58,4 minutos. En este caso, los minutos de espera se han triplicado en comparación con el año 2010, cuando había una espera excepcionalmente baja, en torno a los 20 minutos.

En cuanto al hospital de referencia en la zona del Camp de Tarragona y las Terres de l'Ebre, el Joan XXIII de Tarragona, con poco más de 100.000 urgencias atendidas en 2023, tiene un tiempo medio de espera muy próximo a la media: 68,1 minutos. En este sentido, ha rebajado los 71,3 minutos de espera media del año 2022 y todavía más los 76,5 de 2019. Como los demás, si se hace la comparación con la década pasada, la diferencia es importante: 34,5 minutos (2010) y 43,2 (2011).