Durante ocho años, el hijastro de Joan-Josep Tharrats se ha dedicado a hacer obra nueva del autor una vez muerto. Con la ayuda de un marchante de arte y un galerista montaron un negocio que ha acabado devaluando la obra de Tharrats. La policía ha encontrado más de 260 obras. Las están peritando para comprobar si hay alguna auténtica, pero la sospecha es que todas sean falsas y que no valgan ni un euro.

Llegaron a poner en el mercado tantas obras, que supuestamente correspondían a la última etapa de la vida del pintor, que paradójicamente fue la menos prolífica, que devaluaron la firma de Tharrats. El volumen de obras creadas era desproporcionado en relación a lo que estaba en venta, según los investigadores.

Cuando la policía empezó a estirar del hilo a partir de una denuncia a finales del 2014, encontró un triángulo sospechoso: un galerista, un marchante de arte y el hijo de la segunda mujer del autor con conocimientos de bellas artes. Los investigadores comprobaron que el hijastro pintaba los cuadros, certificaba las obras como si fueran auténticas y las ponía en el mercado. El marchante era quien hacía llegar las obras al galerista y quien controlaba el trabajo del pintor y toda su producción. Durante ocho años la galería estuvo vendiendo las obras falsas sin cesar.

El mes pasado la policía hizo entrar a registrar domicilios y locales de Barcelona, Sant Feliu de Guíxols y Olot, y encontraron más de 100 obras falsas y una treintena que todavía se están valorando. Además, había todo un arsenal de pigmentos, muestras de pinturas, retales para hacer collages y todo tipo de utensilios para hacer los cuadros.

Ahora mismo la policía está peritando todos los cuadros que se han encontrado, que podrían tener un precio de cero euros si se certifica que son todos falsos. La obra de Tharrats se sube hasta los 16.000 euros, en algunos casos. Se pueden encontrar cuadros en internet a partir de los 250 euros.

La policía detuvo los tres implicados en las falsificaciones, pero el juez los ha dejado en libertad con cargos.

El legado de Tharrats

Joan-Josep Tharrats (Girona, 1918 - Barcelona, 2001), de reconocido prestigio nacional e internacional, tonteó con el impresionismo, dejándose llevar por la influencia de Toulouse-Lautrec y Van Gogh. Enseguida, sin embargo, mira al arte abstracto. Fue uno de los abanderados de la vanguardia catalana de la posguerra. Tenía una versión propia de las técnicas de estampación (maculaturas) que le permitió conseguir creaciones llenas de fantasía. También hizo carteles, ilustró libros e hizo murales, vitrales, mosaicos, joyas e incluso escenografías de ópera.

En 1946 funda la revista Dau del Set con Joan Brossa, Antoni Tàpies, Modest Cuixart, Joan Ponç y Arnau Puig.

Era miembro de la Real Academia de Bellas Artes de Sant Jordi, recibió la Cruz de Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya y tenía el Premio Nacional de Artes Plásticas del Ministerio de Cultura de España.