Cuatro meses después de la detención y encarcelamiento del acusado de matar a dos jóvenes en el pantano de Susqueda, hoy se ha hecho la declaración de Nancy Londoño, mujer del presunto asesino, Jordi Magentí.

¿Qué puede aportar su mujer al relato de los hechos? Según la defensa, nada. Son declaraciones sin relevancia para la aclaración de los hechos. Pero para las acusaciones el interrogatorio de la mujer de Magentí y la hija de esta tenía que aclarar por qué la mujer se pasó dos horas sola dos días después de los hechos en el lugar donde desaparecieron los chicos.

Así como el móvil de la mujer muestra claramente que el día de los hechos no acompañó a Magentí al pantano de Susqueda, hay fotografías de dos días después que hace Londoño con su móvil en el entorno de la Rierica. Según la investigación, Nancy Londoño estuvo cerca de dos horas sola mientras Magentí supuestamente escondía pruebas. Pero hoy ella lo ha desmentido y ha asegurado que mantuvo contacto visual en todo momento con él.

El interrogatorio de Londoño ha durado 2 horas. Las diferentes partes han hecho preguntas para contrastar tanto las conversaciones telefónicas que tienen gravadas de Magentí como del relato que han hecho varios testigos que se cruzaron con ellos.

Entre estas conversaciones hay la que Magentí le dice a su mujer que explique lo que sabe y lo que vio, pero le asegura que él vio a unos "25 moros" en la zona. "Si tú no lo viste, yo sí", dice Magentí en la conversación. Londoño asegura en la conversación telefónica no haber visto a nadie, pero hoy en la declaración ha explicado un relato similar a lo que su marido le relató por teléfono: que había algunos "moros" en la zona.

Magentí frecuentaba la Rierica para ir a pescar y porque cuidaba de la plantación de marihuana que tenía con su hijo.

Por miedo y dinero

Entre las contradicciones en las que entra hoy su mujer está el hecho de que era sabido, y dicho por el mismo Magentí, que le gustaba pescar solo. Nancy Londoño ha dicho hoy que no. Entre las hipótesis habría que Jordi Magentí se habría encontrado a los dos jóvenes con el kayak en la zona de la Rierica donde él acostumbraba a ir pescar y que habrían podido discutir. Pero sólo es una hipótesis que se suma a los indicios que hay y que concluyen que podría ser él el asesino.

Todavía no se ha encontrado la pistola con la que se disparó a las víctimas ni ninguna prueba concluyente contra Magentí. Pero sus antecedentes ―mató a su primera mujer― lo mantienen en prisión preventiva. Eso y el riesgo de huida, porque la policía aceleró su detención cuando supo que había comprado billetes para marcharse a Colombia.

Su mujer se había marchado justo al día siguiente que el coche de las víctimas saliera a la superficie del pantano. Un viaje precipitado. Otro contrasentido. Según fuentes próximas al caso, Londoño tenía miedo de Magentí, a quien quería abandonar pero él no la dejaba. Londoño no tiene ningún tipo de pensión ni sueldo y todos los ingresos que tiene provienen de Magentí. Y eso hace pensar a las acusaciones que su mujer lo está encubriendo por miedo y porque lo está manteniendo.

El caso va lento y los interrogatorios de los testigos se podrían alargar hasta finales de año. Un ritmo que la defensa lamenta ante la situación de prisión provisional de Jordi Magentí y la falta de pruebas contra el acusado.