Carme Forcadell, en su declaración en el Tribunal Supremo, después del procesamiento por rebelión hace un alegato a la vía pacífica y denuncia la violencia policial del 1 de octubre. La presidenta del Parlament se encara al magistrado Pablo Llarena para explicarle que a lo largo de la historia se han hecho varias declaraciones de independencia y que "la mayoría son vigentes porque no han sido impugnadas".

Así defiende Forcadell el derecho a la autodeterminación y la vía del referéndum para proclamar la independencia de Catalunya. Con diálogo y sin violencia. La declaración de la presidenta del Parlament el 18 de abril de este año que consta en el sumario, al cual ha tenido acceso El Nacional, relata los hechos del 20 de septiembre, cuando la policía registró la Conselleria d'Economia, y los del 1 de octubre, para ejemplarizar que nunca ha habido violencia en el proceso catalán, negando, por lo tanto, la máxima acusación para el delito por el cual se la procesa: la rebelión.

 

De hecho, Carme Forcadell explica al juez que la única violencia que hubo fue la del 1-O y que nadie lo esperaba. En su comparecencia de poco más de media hora, donde Forcadell sólo responde a las preguntas de su abogada, defiende que "la ciudadanía tiene derecho a participar en movilizaciones, a expresarse y a defender sus derechos fundamentales". Y denuncia al tribunal que se están vulnerando sus derechos. Forcadell interpela directamente a Llarena para que la deje en libertad.

El magistrado hizo caso omiso.