Dejaron de ir a clase y jugar al fútbol. Dejaron algunos de los grupos de Whatsapp donde estaban sus demás amigos. Y "sólo pensaban en la religión". Son algunos de los cambios que la familia y amigos de los integrantes de la célula terrorista notaron desde un año y medio antes del atentado, desde que el imán Abdelbaki es Satty llega a Ripoll.

Las declaraciones forman parte del sumario de la investigación de los atentados de Barcelona y Cambrils al cual ha tenido acceso El Nacional.

"La mayoría de declarantes observaron cambios en el comportamiento de los integrantes de la célula terrorista que conocían. Inicialmente, en el grupo de los mayores, y posteriormente en los jóvenes. Estos cambios fueron principalmente en la práctica del islam", dice el resumen policial con las declaraciones de los amigos de los terroristas.

Todas las miradas están centradas en el imán: "Alguno de los declarantes piensa que el imán Abdelbaki es Satty influenció a los otros integrantes de la célula terrorista, inicialmente, a los mayores y después a los jóvenes".

La mayoría de las declaraciones coinciden en que la radicalización y los cambios de comportamiento tubieron lugar un año y medio antes de los atentados. Justo cuando el imán Abdelbaki es Satty llegó a Ripoll.

"Desde hace año y medio o dos años se veía muy poco por la calle a Youssef Aalla, Younes Abouyaqoub y Mohamed Hichamy", dice uno de los testimonios, quien lo atribuía al trabajo de cada uno de ellos, sin más. Relata también que Moussa Oukabir y Omar Hichamy iban mucho a Barcelona y que cuando les pidió para ir con ellos le dijeron que "tenía que empezar a rezar". Los hechos se sitúan el verano del 2017. Meses antes, sin embargo, ya lo habían abroncado porque no rezaba lo suficiente.

Los amigos de los jóvenes relatan como poco a poco se fueron distanciando. Uno de ellos detalla como un día que estaba con Driss Oukabir dice que le confesó que era yihadista.

"Los dos ―consta en la declaración― siguieron consumiendo sustancias estupefacientes, y el declarante preguntó a Driss Oukabir sobre el significado de yihadista. Driss Oukabir se enfadó por la insistencia en las preguntas y se fue a una habitación, momento en que el declarante se marchó del piso". A Driss Oukabir, uno de los testigos lo define con estas palabras: "Driss era un chico normal, que bebía y tomaba drogas" y nada hacía pensar que fuera terrorista o que estuviera preparando un atentado.

"No ves cómo nos tratan, no ves que nos prohíben el burka"

La familia también vio un cambio, más radicales en algunos de ellos que en otros. Moussa Oukabir es uno de los que habla más en círculos cerrados mostrando su radicalización. Su primo explica que durante un trayecto en coche le dijo que "todo estaba controlado por los judíos", que "todos los españoles son malos". "No ves cómo nos tratan, no ves que nos prohíben el burka", dijo.

Durante la declaración este testigo admite que "los vio un poco raros, justo antes de que empezara el Ramadán y que tuvo una fuerte discusión con ellos en estas mismas fechas". Era a principios del verano del 2017. Explica también un encuentro en Ripoll espontáneo en el que cuatro de los terroristas se van corriendo cuando lo ven sin darle explicaciones. Al día siguiente uno de ellos le pidió perdón, pero a partir de aquel día ya no habló más con ellos.

Todos los testigos coinciden en decir que eran un círculo muy cerrado.

Los testigos explican también que el mismo agosto del 2017 escucharon en una conversación de bar como uno de los terroristas decía que si perdía el trabajo le daba igual, porque, dijo, "sé que vendrá una cosa mejor".

Entre las declaraciones de los testigos del entorno desde terroristas hay esta: "Que salían menos, que se les veía menos por el pueblo y que se relacionaba menos con la gente. Que se los notaba más serios de lo que es habitual, que cuando se referían a la situación en Siria afirmaban que 'los países no hacen nada'".

"Déjame jugar, hombre, que dentro de poco ya no estaré aquí y me echarás de menos"

Prácticamente todos los terroristas fueron dando señales de despedida. Entre ellos hay el de Said Aalla cuando le pide el móvil a un amigo suyo: "Déjame jugar, hombre, que dentro de poco ya no estaré aquí y me echarás de menos".

Pero el testigo explica que nadie pensaba en terrorismo, que como mucho podía estar hablando de un robo y que no le dio importancia.

Las declaraciones reflejan como la mayoría de días, después de la oración, la célula terrorista se quedaba en la mezquita con el imán. También explican que a pesar de tener una relación estrecha, por la calle hacían ver que no lo conocían cuando se cruzaban.

En el día a día familiar, padres y hermanos empezaron a notar cambios de peinados y de ropa. Y algunos comentarios fuera de lugar como que alguna cosa grave estaba a punto de pasar.

Las conclusiones de los Mossos de todas las declaraciones es que los familiares describen un cambio en la actitud de los jóvenes. Una parte de los declarantes describe cierto cambio en la actitud de los jóvenes sobre todo con respecto a la manera de vestir, su trato hacia las mujeres y sus hábitos en su tiempo de ocio. "Este cambio se habría producido básicamente en el último año, siendo más evidente durante los meses de verano del 2017", dicen los investigadores.

Los Mossos señalan la comunidad islámica Annour como lugar de referencia para los investigados, donde iban a rezar. Formaban un grupo endogámico, compuesto únicamente por los miembros de la célula investigada y lo más importante, que varios testigos apuntan que fueron influenciados por Abdelbaki es Satty, el imán de la mezquita Annour.