El 6 de junio de este año los Mossos d'Esquadra piden al juez que inste a Cofidis, Moneyman y Dinerorapid a entregar documentación diversa de algunos de los teléfonos móviles de los terroristas.

A lo largo de la investigación se detecta que algunos de los investigados habían pedido un préstamo a estas entidades, según consta en el sumario al cual ha tenido acceso El Nacional.

Concretamente, del análisis del teléfono móvil de Mohamed Hichamy se obtienen llamadas y mensajes para obtener un crédito a distancia. El primer contacto es el 4 de julio del 2017 con Cofidis. No existe ninguna conversación, la llamada es de un segundo. Al día siguiente, el 8 de julio, hay tres más y la primera de ellas dura 5 minutos. Las otras dos llamadas se hacen desde otro teléfono móvil. Una dura un segundo y la segunda, que se hace inmediatamente, dura casi dos minutos.

Para los Mossos, que trabajan con la hipótesis de que el ataque tenía que ser el 20 de agosto, estas comunicaciones son clave y así lo transmiten al juez: "Estas comunicaciones resultan especialmente importantes, ya que la fecha en que Mohamed Hichamy se puso en contacto con esta empresa es muy próxima al día 20 de agosto del 2017, fecha que parecía la prevista para los terroristas para cometer los atentados".

"Teniendo en cuenta que la empresa financiera Cofidis ofrece dinero a crédito de una manera rápida, todo parece indiciar que la voluntad de Mohamed Hichamy era conseguir dinero a crédito (evidente para no ser devuelto) con la finalidad de adquirir las sustancias precursoras para la fabricación de los explosivos, como así se ha constatado que hicieron durante estas fechas", prosiguen los investigadores.

El modus operandi, además, imita el método de financiación de los atentados en París en que el terrorista Amedy Coulibaly pidió un crédito de 6.000 euros para pagar el ataque. En aquel caso el dinero sirvió tanto para adquirir varias armas como para pagar el billete de Madrid-Estambul, utilizado por la pareja de Amedy Coulibaly, Hayat Boumedienne, para unirse a las filas de Daesh en Siria.

Los Mossos insisten en que este método de financiación ha sido utilizado por los denominados "Foreign fighters" para desplazarse a zonas de conflicto, y es un dinero que nunca devolverán y que cederán a la organización terrorista Daesh una vez lleguen a su territorio.

Según la investigación, Oukabir pidió un crédito a Cofidis el mismo día que lo hicieron Youness Abouyaaqoub y Mohamed Hichamy, el 4 de julio. Hicham Abouyaqoub y Rachid Oukabir también pidieron créditos.

Pero también se han encontrado indicios de que habrían pedido préstamos exprés a Moneyman y Dinerorapid. Entre los escombros de la casa de Alcanar la policía encuentra un teléfono Nokia donde están los mensajes de confirmación de este tipo de créditos.

El 14 de junio consta ya la preadjudicación del préstamo.

Para comunicarse con las entidades de crédito utilizaban el Nokia y una identidad falsa. Los mensajes están a nombre de Nelu Daniel. Según los investigadores, "podría responder a una táctica para imposibilitar y dificultar un posterior rastreo por parte de los cuerpos policiales, además de engañar y estafar a la empresa de microcrédito".