Los suicidios en menores de 30 años han crecido un 7,9% en un año, consolidándose como la suya primera causa de muerte, por delante de los accidentes de tráfico y los cánceres, e inquietan especialmente a los adolescentes de entre 15 y 19: en 2022, se levantaron la vida 75, un 41,5% más que en 2021. "Hay señales claras que nos están pidiendo ayuda", ha afirmado el presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM), Manuel Martín, después de analizar la reciente estadística 'Defunciones según la Causa de Muerte' del INE, que muestra, por quinto año consecutivo, un incremento de los suicidios. Un incremento ha llegado a cifras históricas desde que hay registros: 3.126 hombres, que suben un 4,8%, y 1.101 mujeres, y en este caso el incremento es del 7,8%, con el que se han convertido en la principal causa de defunción externa global. Un total de 4.227 personas, un 5,6% más que en 2021. Una media de 11,6 al día.

🟡 Cifra récord de suicidios en Catalunya en 2022: por primera vez se superan los 600

"El año pasado nos preocupaban muchísimo los suicidios infantiles, que fueron 22 en 2021, una cifra absolutamente inaudita en España," comenta Andoni Ansean, presidente de la Fundación Española para la Prevención del Suicidio. Ahora que este número ha vuelto a lo que "desgraciadamente era habitual" (12 menores de 14 años en 2022), los expertos permanecen alerta al que está pasando entre los 15 y los 29, donde el suicidio se ha erigido como la primera causa de muerte, sea natural o externa. En todo este grupo, se contabilizaron 341 muertes por suicidio, 20 más que por accidente de tráfico (320) o tumores (276). Es un 7,9% más que el año anterior (316), cuando ya habían crecido un 5,3% con respecto a 2020 (300).

No es la primera vez que el suicidio supera las otras dos causas de defunción más comunes en los menores de 30 años, pero sí que lo es que este patrón se reproduzca en todos los subgrupos de edad. Así, en el de 25-29, se produjeron 102 defunciones por cáncer y 120 por un siniestro, enfrente de las 135 por suicidio; en el de 20-24, se registraron 100, 126 y 131, respectivamente. El caso de los adolescentes es todavía más alarmante: 75 (44 chicos y 21 chicas, un 41,5% más que en 2021, cuando fueron 53), se levantaron la vida enfrente de los 74 que murieron en carretera o los otros 74 que murieron por cáncer. Es la cifra más alta de la historia después de superar los 70 de 2018.

Aumento exponencial de las autolesiones

La salud mental ha desbancado a la violencia como motivo de consulta de los adolescentes a la Fundación IR; dentro de ella, la conducta suicida es la que más dichos acaparó en 2022 (7.928 por ideación suicida e intentos de suicidio, el 17,5% del total), con lo que se ha multiplicado por 34,8 en una década. Por detrás se sitúan las autolesiones, que han pasado de las 71 en 2012 a 3.243 en 2022, casi 46 veces más. Suicidio y autolesiones son dos cosas diferentes, aclara el doctor Martínez, porque el daño se infligen a sí mismos los adolescentes, aunque puede ser un indicador de riesgo, no siempre tiene una intencionalidad suicida y "muchas veces obedece a otro tipo de fenómeno que tiene que ver con la descarga de tensión o un ansia importante que no se libera". Aun así, "no hay duda que están lanzando mensajes", porque la demanda de atención en salud mental que empezó a notarse con la pandemia "ha aumentado claramente", y eso se refleja en el engrosamiento de las listas de espera. "Nos está dando señales que alguna cosa está ocurriendo", coincide Arreglan, que prosigue: "cualquiera que trabaja con chavales en una escuela, instituto, centro de salud, ha notado el aumento de la ideación, las autolesiones y los comportamientos o intentos suicidas".

Alto riesgo también en edades avanzadas

El riesgo de suicidio aumenta con la edad, sobre todo en hombres: la tasa entre chicos de 15 a 29 años es de 7,64, mientras que la de los mayores de 79 se quintuplica en 37,38; en el caso de las chicas se duplica de 3,85 a 6,97. De hecho, el número más alto de muertes por suicidio se da en población de 55 a 59 (479, un 18% más), aunque la tasa mayor la presentan mayores de 79 (18,19) y la subida más acusada (26,1% con 275 suicidios) apareció en la franja 70-74. Con todo, la tasa española (7,87) es de las más bajas de la UE, por encima de Chipre, Malta, Grecia, Italia y Eslovaquia, y muy lejos de Lituania, Hungría y Eslovenia, según los últimos datos de Eurostat.

Además, puntualiza Martínez, la serie histórica de los suicidios presenta dientes de sierra, con picos muchas veces asociados a acontecimientos sociológicos o socioeconómicos como la crisis de 2008. Sin restar un ápice de trascendencia a la sucesión de máximos del último lustro, el avance del INE del primer semestre de 2023 podría apuntar a una nueva estabilización, indica al experto: según los datos provisionales, de enero a junio se han producido 1.967 suicidios (un 75,2% hombres y un 24,8% mujeres). Pero sea como sea, la situación pilla al sistema sanitario poco o nada preparado en cuanto a recursos humanos y asistenciales para satisfacer la creciente demanda y sin un plan|plano estatal de prevención del suicidio, que confía aborde el nuevo comisionado de salud mental creado en el seno del Ministerio de Sanidad. "Tiene que estar sobre la mesa", concluye.