Antonio Orozco es conocido para ser un cantante, compositor y músico nacido en Hospitalet que ha vendido más de 1,5 millones de discos, que tiene uno de diamante, 9 de platino y varios discos de oro; que ha realizado más de 2.500 conciertos en España, Europa y América Latina, que ha recibido un Ondas; que es el coach favorito de los pequeños artistas de La Voz, pero, por encima de todo, es el padre de una niña de 3 años, Antonella y de un joven de 18 años, Jan, un polifacético artista que lo rompe en las redes sociales. Y Antonio, también es una persona normal, que ha pasado momentos personales muy difíciles, cuando su exmujer y madre de su hijo enfermó de cáncer, una enfermedad que ya se había llevado a su pareja. Dos tragedias, que vivió en el 2017 y en el 2011, que le obligaron a pasar muchas horas en los hospitales y que, sumada a la pérdida de su amigo y productor, le han marcado profundamente. Pero del dolor y de las experiencias vividas también pueden nacer sueños, como el que este lunes ha presentado y que tiene forma de postres, con sabores de coco, de avellana y de chocolate. Es El Postre Honesto, el sueño que ha hecho realidad de la mano de Veritas, un sueño que nace de una necesidad vital y que también comparte con el SJD Pediatric Cancer Center Barcelona del Hospital Sant Joan de Déu, que recibirá diez céntimos de cada producto vendido.

Regalar un instante "dulce, único, pero sobre todo honesto"

"Eso nació en el peor momento de mi vida, y la única cosa que podía salir es lo mejor", explica un Antonio Orozco emocionado y agradecido. "Es una historia que empezó hace 10 años. He estado mucho tiempo en hospitales, pasando momentos complicados. En estas situaciones tenso tiempo para casi todo, pero sobre todo para pensar". Allí se dio cuenta de que los enfermos ingresados comen para subsistir, pero no se pueden permitir disfrutar. Un flan, una fruta, un yogur... es el máximo placer que pueden disfrutar. Parece que todo lo que está bueno también está prohibido, porque lo que está bueno y tarda en caducar lleva azúcares, aditivos, potenciadores de sabor y eso hace que sea incompatible con los productos saludables. ¿Por qué no es posible tener unos postres que sean sanos, ecológicos y que puedan ofrecer un instante de placer? Se preguntó una y mil veces..., "regalar un instante, dulce, único, pero sobre todo honesto. Soñé que eso podía pasar", explica, y la idea fue arraigando en su cerebro y volvió a tener todo el sentido cuándo nació su hija Antonella, a la que quiere cuidar y alimentar de manera sana, como quiere cualquier padre. "A mi hija de tres años muchas veces no sé qué darle... ella es glotona y come de todo, el problema lo tengo yo".

La entrada providencial a una tienda Veritas

Un día, el sueño empezó a tomar forma cuando entró por casualidad en una tienda Veritas de Sitges, el municipio donde él vive, y se le encendió la luz. "Hace dos años entré allí y sentí como que alguien está cuidando de ti". Y Antonio, pensó que si alguien podía hacer realidad este sueño eran ellos, la cadena de supermercados líder en alimentación ecológica, comprometida con la salud de las personas y la sostenibilidad. Así que un día, sin "decirle nada a mi mánager", y sin llamar antes, se presentó en las oficinas de Veritas, en la calle Diputación, y por casualidad allí estaba Silvio Elías, que lo escuchó atentamente y se convirtió en su compañero de viaje hacia un sueño que también ha sido un reto para la división d'I+D de la compañía: conseguir unos postres sin lactosa, sin gluten y con un bajo contenido en azúcar, pero llenos de sabor. Por eso, los tres productos de la gama de El Postre Honesto llaman Momento, porque pretenden ofrecer un momento indulgente, beneficiándose de ingredientes con calidad nutricional y que además están muy buenos. Momento Cacao (con textura de mousse, con una base tipo fondant, de sabor intenso y amargo), el Momento Avellana (textura que combina pannacotta de avellana, cremosa pero al mismo tiempo con cuerpo, que lleva una base de praliné) y Momento Coco (de textura de mousse aireada, con una base de piña fresca). "Son los postres que te daría tu madre", dice orgulloso, y que ahora él también le puede dar a sus hijos.

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Un proyecto que "tiene amor"

Orozco confiesa que su momento favorito es el de chocolate, pero el de coco es el "favorito de mi hija Antonella", que se convirtió durante todo el proceso de creación en la catadora gourmet del producto, junto con los hijos de Silvio Elías, presidente y cofundador de Veritas, una empresa familiar creada con el propósito de democratizar el acceso a productos ecológicos certificados y fomentar un modelo de alimentación más saludable y sostenible. "Este es un proyecto que esencialmente tiene amor. Para ayudar, para inspirar. Nace en un momento duro de tu vida. Tiene una vocación de dejar un legado. Estoy muy feliz de compartir todos estos valores contigo. Tenemos que hablar de amor, no nos tiene que dar vergüenza. Este encuentro ha sido muy natural. Ha habido mucho trabajo detrás de todo el bonito", afirma Elías, orgulloso de haber compartido este sueño con Antonio Orozco, la persona más allá del artista, con quien no descarta seguir aumentando la familia honesta con otros productos. "Me encantaría darles una galleta honesta a mis hijos", una puerta que el artista deja abierta. "Tenemos que ir paso a paso, pero se supone que la familia honesta crecerá", admite Antonio, que no se conforma en ofrecer momentos de placer, sino que, siguiendo su vocación solidaria y el compromiso social que ha demostrado con su implicación en numerosos proyectos benéficos, quiere ayudar con este sueño convertido en realidad a los niños que sufren cáncer.

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Antonio Orozco y Silvio Elías, presidente de Veritas