La reunión de este martes entre los sindicatos del mundo educativo y el Departament d'Educació ha acabado sin acuerdo. Según han informado las dos partes una vez ha acabado el encuentro, los sindicalistas y el Departament han acordado volver a encontrarse el jueves por la mañana, al día siguiente de la huelga que hay convocada para protestar contra el 25% de castellano. Además, Educació se ha comprometido a aportar por escrito una respuesta para los sindicatos. No obstante, ninguna de las dos partes ha querido hacer ningún tipo de adelanto sobre el cual puede incluir esta respuesta ni siquiera qué se ha comentado este martes. Ahora bien, la voluntad por  las dos partes de seguir negociando ha quedado clara. De todos modos, los sindicatos han asegurado que mantienen la movilización prevista para la próxima semana.

La reunión de este martes ha sido el primer cara a cara entre el Departament y los sindicalistas después de una semana protagonizada por la huelga y por las manifestaciones que llenaron las calles de Barcelona. El encuentro se ha producido, además, en medio de una semana de tregua, ya que la semana que viene hay dos días más en los cuales también se prevé huelga y movilizaciones; con permiso de este miércoles 23 de marzo, jornada de paradas para protestar contra el 25% de castellano. La intención de los sindicatos en este encuentro será la de echar atrás la decisión de avanzar el inicio del curso escolar, pero también insistir en el hecho de que hay que revertir los recortes que se arrastran desde la década pasada, por culpa de la crisis económica.

 

La decisión de Cambray de sentarse a negociar con los sindicatos esta semana se produjo viernes pasado. Se trata de un gesto que hizo el conseller de Educació después de reunirse con la CUP. Los anticapitalistas se habían ofrecido anteriormente para hacer de mediadores entre el Departament y los sindicatos. De hecho, defendieron a los sindicatos y legitimaron sus protestas. En un comunicado, cargaron contra la conselleria, a quién acusaban de no haber escuchado la comunidad educativa y de apostar por un "inmovilismo" ante las peticiones que han hecho los profesores y los maestros durante las últimas semanas. Los anticapitalistas insisten en que hay que escuchar a los docentes a la hora de elaborar cambios curriculares.

El encuentro también ha llegado un día después de que el Consell Escolar aprobara un dictamen para pedir una moratoria de un año en la alteración del calendario escolar, una modificación que hace avanzar el inicio del curso al 5 de septiembre. En esta moratoria se plantea, pues, que el inicio del curso no se adelante este septiembre, sino en el curso 2023-2024. Se trata, sin embargo, de un dictamen no vinculante. Y además, el conseller Cambray ya ha insistido este martes por enésima vez en que la decisión de avanzar el curso no tiene marcha atrás, y que el inicio de curso se producirá el 5 de septiembre, tal como estaba previsto.

De hecho, era la segunda vez que el Consell Escolar pedía una moratoria de un año para la modificación del calendario del curso escolar. Ahora hace un mes, Cambray organizaba un pleno extraordinario con este organismo delante del alud de críticas que había recibido su conselleria por haber anunciado este cambio sin haberlo consultado ni comunicado previamente a la comunidad educativa. Los sindicatos llegaron en aquel encuentro con el objetivo que, si la modificación del calendario acaba siendo una realidad, se aplique a partir del curso 2023-2024, y no en septiembre del 2022. La idea, impulsada por USTEC, Comisiones Obreras y el AFFAC, no convenció a Cambray, y en una rueda de prensa desde el exterior del Palau Robert posterior al encuentro aseguró que el inicio de curso se mantenía alterado.