Los sindicatos de trabajadores penitenciarios de Catalunya temen que el futuro cierre de la prisión Model de Barcelona, que puede ser este mismo año 2017, suponga una mayor conflictividad en otros centros penitenciarios, donde aumentará la ocupación, ahora relativamente baja.

Tampoco quieren que el traslado de los funcionarios e interinos de la prisión del Eixample suponga cambios de ubicación no voluntarios de los trabajadores de las otras prisiones, y alertan de que se podría perjudicar la carrera profesional de algunos de los empleados públicos. Aunque el conseller de Justícia, Carles Mundó, aseguró este jueves que no habrá ningún despido, los representantes sindicales no se lo acaban de creer, y le recriminan que el departamento no los haya informado oficialmente de las fechas de los traslados o de cómo se reubicarán los trabajadores públicos.

Desde el sindicato CSIF, mayoritario en el sector, el responsable de prisiones, Juan Luis Escudero, ha asegurado a la ACN que ya ha habido centros penitenciarios, como Brians 1, a los que se ha notificado internamente que a partir de febrero llegarán los primeros internos preventivos.

Escudero interpreta esta orden interna como una muestra que la Model cada vez recibirá menos presos, y estima que en julio el centro penitenciario de preventivos de Barcelona podría dejar definitivamente de funcionar. Ante la falta de información oficial, sin embargo, reclama al departamento que no "engañe" a los trabajadores y exponga cuál será el calendario concreto de cierre de la Model.

Harían falta reformas

En los centros penitenciarios de Brians 1 y 2, en Sant Esteve Sesrovires (Baix Llobregat), esta falta de información concreta genera "desconfianza" e "intranquilidad" entre los trabajadores, que están a la expectativa de saber cómo se traducirá el posible traslado de presos preventivos. Desde Brians 1, Ivan Buendia, del sindicato CSIF, confirma que el centro tiene espacio libre para acoger parte de los internos derivados de la Model, pero advierte que hay varias celdas inoperativas porque los últimos años no se han hecho tareas de mantenimiento.

En este sentido, el representante sindical en Brians 2, Alberto Gómez, también alerta de los riesgos de llenar todas las plazas libres con internos trasladados, ya que cree que se puede llegar a la "masificación". Gómez recuerda que años atrás se dio esta situación en centros como Quatre Camins y Brians, y asegura que eso sería "alarmante" porque se dispararía la conflictividad. "Si tienen que desnudar a un santo para vestir otro, tendremos un problema", concluye.

Ampliar el departamento

Por otra parte, los representantes de los trabajadores de Brians 1 y 2 coinciden en decir que el traslado de los internos preventivos requeriría una reestructuración de diferentes áreas de trabajo de los centros penitenciarios. Buendia ha puesto como ejemplo el departamento de control de entradas y salidas a Brians 1, donde dice que sería "absolutamente necesario" habilitar un turno de noche, actualmente inexistente. También asegura que se tendría que ampliar el departamento de ingresos, ya que cuestiona que pueda absorber un volumen de trabajo más elevado.

Al mismo tiempo, los trabajadores recelan de la redistribución de los internos en Sant Esteve Sesrovires por el incremento de gastos que habrá en desplazamientos a la Ciutat de la Justícia de Barcelona para acudir a las citaciones judiciales, teniendo en cuenta que la distancia es muy superior a la de la Model.

Finalmente, temen que el cierre del centro de preventivos de Barcelona también repercuta en los trabajadores públicos interinos, los cuales prevén que serán despedidos para poder ofrecer plazas a los funcionarios de la Model, a quien la Generalitat tendrá que trasladar para preservarles el puesto de trabajo. Para evitar todas estas situaciones, exigen que el cierre de la Model vaya acompañado de la construcción del nuevo centro penitenciario de la Zona Franca.