La muerte del papa Francisco este Lunes de Pascua a las 07:35 horas inicia una larga lista de protocolos que el Vaticano tiene que seguir hasta la proclamación del nuevo Pontífice. Pero el cónclave y la posterior elección del relevo de Francisco como Santo Padre quedan muy lejos, ya que este mismo lunes se lleva a cabo un antiguo ritual con el que la Iglesia ha confirmado históricamente la muerte de sus líderes. Un momento de plegaria, llamar al Papa por su nombre de pila o el uso de un pequeño martillo de plata son algunas de las particularidades de este proceso, siempre dirigido por el cardenal Camarlengo. Kevin Farrell es quien ostenta este cargo en la actualidad y, por lo tanto, será el encargado de conducir el ritual.
Después de que el equipo médico del Vaticano haya confirmado la defunción de Francisco, los presentes encenderán cuatro velas y se pondrán de rodillas alrededor del Papa para rezar. En este momento es cuando los canónigos penitenciarios empezaran una oración que se alargará, de manera ininterrumpida, hasta que el obispo de Roma sea trasladado a la basílica de San Pedro para que los fieles puedan darle un último adiós. La Santa Sede ha confirmado que también estarán presentes los familiares del Pontífice, y que toda la ceremonia se celebrará en la capilla de la casa Santa Marta, donde Francisco ha vivido a lo largo de todo su periodo como máximo representante de la Iglesia.
Durante el ritual, Farrell certificará la muerte del Santo Padre: el cardenal se colocará al lado de Francisco y le pondrá un pequeño trapo que cubrirá su rostro, ungirá su frente con los santos óleos e iniciará al conocido ritual Si vives. "Si vives, ego te absolvo a peccatis tuis, in nomine Patris, et Filii, et Spiritus Sancti. Amen" (Si vives, yo te absuelvo de tus pecados, en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén"), dirá Farrell. Después de pronunciar estas palabras en latín, el Camarlengo trazará una cruz sobre el frente del Papa y continuará: "Per istam sanctan Unctionem, indulgeat tibi Dominus a quidquid. Amen" (Por esta santa unción, Dios te perdone los pecados que puedas haber cometido. Amén").
"El Papa ha muerto"
Acto seguido, Farrell cogerá el pequeño martillo de plata con el que golpeará tres veces al Pontífice. Con cada golpe, el cardenal le llamará con su nombre de pila, Jorge Mario, y se asegurará de que no hay respuesta. Será en este preciso momento cuando la muerte del Papa habrá sido certificada a ojos de Dios y se hará oficial la vacante papal y la necesidad de organizar un cónclave para escoger al siguiente. "Vere, Papa mortuus est", dirá Farrell. "Verdaderamente, el Papa ha muerto", en castellano. Posteriormente, Farrell retirará el anillo del Pescador del dedo de Francisco y lo romperá con otro martillo.