El Govern ha ampliado la alerta por sequía en Catalunya a la fase de excepcionalidad, hecho que supone nuevas restricciones en el consumo de agua para garantizar el abastecimiento. Ahora mismo, los embalses están a un 28% de la capacidad total, motivo por el cual desde las instituciones hacen un llamamiento a la población para que adopte costumbres que ayuden a ahorrar agua, aunque en muchos hogares este tipo de gestos ya se hacen diariamente, especialmente después de la grave sequía del 2008, que supuso un cambio de hábitos por buena parte de la población.

En noviembre se tomaron las primeras medidas en este sentido, advirtiendo a la población que la situación de la sequía se estaba agravando y sin perspectivas de mejora, pedían la colaboración de la población. Con todo, el pasado mes de enero, la portavoz Patrícia Plaja insistió en el mismo mensaje, escondiendo con la posibilidad de restricciones más severas, como ha acabado pasando, ya que en los últimos meses no se habían detectado ahorros de agua significativos. Así, trasladaba a la población la necesidad de hacer un cambio de hábitos: "Que nadie dude de que haremos lo que tengamos nuestro alcance como Govern, pero necesitamos una implicación más proactiva en la ciudadanía y los ayuntamientos para el ahorro", pedía a la portavoz.

Ahora, mes y medio más tarde y con la situación empeorando en Catalunya y las nuevas restricciones, conviene repasar los mejores consejos para ahorrar agua cada día a nuestros hogares, ya que cada pequeño gesto tiene un impacto en un panorama "sin precedentes", según las palabras de Teresa Jordà, que hizo un cálculo aproximado de cuánto tendría que llover para revertir la situación, "50 litros, cada día, durante cuatro meses". Y después de 29 meses en sequía extrema, quizás ni esta cantidad sería suficiente.

Consejos para reducir el consumo de agua

  1. Duchas en lugar de baños

Según un estudio de la fundación Aquae, un 73% del consumo del agua en los hogares del Estado tiene lugar en el lavabo. Por eso, es uno de los lugares donde más podemos cambiar de hábitos, como cambiar los baños por una ducha corta. Hoy, los baños a menudo quedan relegados a las criaturas, y en el caso de los adultos a días más especiales, pero conviene reducirlos al máximo, ya que el ahorro de agua es muy significativo. Una ducha supone un gasto de entre 35 y 70 litros, dependiendo de la duración. En los baños esta aumenta hasta los 200.

2. Aprovechar el agua fría de la ducha

Normalmente, cuando entramos en la ducha, el agua tarda unos segundos en salir caliente. En verano mucha gente se ducha con agua fría, pero en invierno es un gesto más complicado. Por eso, lo que se puede hacer para no malbaratar agua es recogerla con un cubo que después podemos utilizar de diferente manera: regar las plantas, fregar el suelo, calentarla y ponerla en una bolsa de agua caliente. También hay gente que aprovecha esta agua para tirarla en el inodoro después de utilizarlo, en lugar de tirar de la cadena. Este gesto tan habitual supone un gasto de 20 litros de agua en solo unos segundos, que se pueden ahorrar de esta manera.

3. Utilizar productos que no necesiten aclararse

Las marcas de productos cosméticos son conscientes de que cada vez hay más preocupación por el medio ambiente y muchas han tirado una línea de productos ecológicos. Con este fenómeno, conocido como Green Washing, ya que supone un lavado de cara para empresas que son muy contaminantes, se han creado nuevos productos que no necesitan aclararse, como mascarillas o suavizantes para el pelo, hecho que reduce el tiempo a la ducha y, por lo tanto, el gasto de agua.

4. Cerrar el grifo cuando nos lavamos las manos o los dientes

Seguramente se trata de un gesto automático para muchas personas, pero todavía hay quien mantiene el grifo abierto durante los dos minutos que tarda en limpiarse los dientes. Este es un gasto de agua injustificada y sin sentido: solo nos hace falta para mojar el cepillo y la pasta y después paladear y limpiar la pila. No cuesta nada cerrar el grifo y se pueden ahorrar hasta 18 litros de agua cada vez. Estos, multiplicados por las tres veces al día  que se recomienda lavarse los dientes, son casi 60 litros menos. Otro truco, en este sentido, podría ser utilizar un vaso de agua, reduciendo todavía más el consumo.

5. Pone una papelera en el lavabo

En muchos hogares, ya es habitual encontrar una papelera en el lavabo para tirar productos de higiene menstrual que no se pueden lanzar al inodoro, como las compresas o los tampones. Con todo, sin embargo, hay quien todavía utiliza la taza como papelera, para tirar pelos o pañuelos y estirar la cadena, en lugar de echarlo a la basura. Otro gasto de agua innecesaria y con fácil solución.

5. Guarda agua en la nevera

Esta idea puede parecer muy lógica, pero sobre todo en periodos de calor es especialmente útil. Si no tienes agua fresca en la nevera y quieres beber agua, tendrás que esperar que salga del grifo, hecho que puede suponer también un gasto elevado.

6. Descongela los alimentos sin malbaratar agua

El congelador es un buen aliado para no desperdiciar alimentos, ya que nos permite conservarlos durante más tiempo sin que se estropeen. Con todo, cuando nos toca descongelarlos a veces nos olvidamos y lo acabamos haciendo bajo un chorro de agua caliente. En este caso, para prevenir el gasto de agua la mejor opción es planificarlo con tiempo y que se descongelen en la nevera durante unas 12 horas.

7. Aprovecha el agua de hervir para regar las plantas

Si no has utilizado sal, el agua que hayas utilizado para hervir alimentos como huevos, o la que hayas utilizado lavar fruta y verdura te puede servir para regar las plantas. Parece que no es mucho, pero al cabo del año el ahorro será significativo y, además, aportarás nutrientes en los ramilletes.

8. Llena los lavavajillas y no aclares los platos

Uno de los gestos más habituales en la cocina es aclarar los platos antes de ponerlos en el lavavajillas. Esto es innecesario, ya que estos electrodomésticos están pensados para poder eliminar la suciedad, y supone un gasto de agua elevada. Además, es importante llenarlo (cómo pasa con las lavadoras) y si tienes que limpiar los platos en la pila, ve cerrando el grifo y no uses más agua de la necesaria.

9. Cuando detectes una fuga, soluciónalo enseguida

No solo ahorrarás agua, sino una gran cantidad de dinero. A la mínima que veas que el inodoro o un grifo pierde agua, pon remedio aunque te dé pereza arreglarlo.