Seine-Port es un pequeño pueblo francés de 2.000 habitantes situado a 1 hora y media de París que durante las últimas semanas se ha convertido en noticia por una controvertida decisión. El primer fin de semana de febrero celebró un referéndum para prohibir el uso de los teléfonos inteligentes en los espacios públicos. La consulta se resolvió con 146 votos a favor y 126, en contra, es decir, una victoria ajustada, en una votación donde participó menos del 20% de la población. La pregunta que se hacía a los ciudadanos era '¿Da apoyo a la nueva guía común para el buen uso de las pantallas?' El alcalde de Seine-Port, Vincent Paul-Petit, afirmó que esperaba un resultado más abrumador, pero también reconoció que muchos consideran que la medida es muy intrusiva.

Se trata de la primera vez que un municipio toma medidas para luchar contra la sobreexposición de los jóvenes y los niños en las pantallas. Esta semana el alcalde, Vincent Paul-Petit, dictará la orden que prohibirá los smartphones ante los centros educativos, en los comercios, mientras se pasea por la calle, e incluso, cuando los vecinos se encuentren en un espacio público o asociativo. Sin embargo, la medida no contempla ninguna sanción legal en caso de incumplimiento del texto. Además, el ayuntamiento se ha comprometido a crear espacios deportivos y un cineclub para niños y adolescentes para que puedan ocupar su tiempo libre.

División de opiniones

La medida de prohibir los smartphones en los espacios públicos de Seine-Port ha generado un gran debate entre los vecinos. Por una parte, muchos consideran que el alcalde no tiene derecho a intervenir en el ámbito privado de las personas y en la educación que cada familia les da a sus hijos. Además, hay muchos ciudadanos que califican la medida como "ridícula". En cambio, en la otra cara de la moneda se sitúan los vecinos que han votado a favor que defienden que la imagen de todo el mundo paseando con los móviles "da miedo" y consideran que es preocupante que los jóvenes y niños tengan acceso tan pronto a las pantallas.

La orden incluye una serie de recomendaciones para mejorar el uso de las pantallas que se hace en casa, como prohibir a los niños que las utilicen en su habitación —sin supervisión—, por la mañana, a la hora de comer, antes de ir a la cama o nada más levantarse. Además, el ayuntamiento también recomienda a los padres no comprar un móvil a los menores de 15 años. El consistorio ofrecerá un teléfono sencillo a los futuros estudiantes de secundaria si sus padres no les compran un teléfono inteligente hasta el bachillerato.

Prohibición del uso de móviles en Europa

Europa hace tiempo que trata de combatir el uso abusivo de los teléfonos móviles. En los Países Bajos, desde enero de 2024, los teléfonos móviles están prohibidos en las aulas, así como otros dispositivos como las tablets y los relojes inteligentes. Francia también aplicó la prohibición el año 2018 en los centros de primaria y secundaria, con la excepción de razones pedagógicas o médicas, mientras en enseñanzas superiores la decisión se dejaba en manos de los centros. Hace 3 años que el Reino Unido aconseja que no se utilicen los móviles en las escuelas, pero el gobierno británico anunció la semana pasada una guía para prohibir el uso de los móviles en los centros de primaria y secundaria de Inglaterra, donde tiene competencias en educación. Italia también lo prohibió en el 2022. El gobierno italiano justificó la medida porque son un "elemento de distracción para uno mismo y para el resto", además de una "falta de respeto a los profesores". Catalunya también se ha sumado a esta medida y a partir del próximo curso se aplicará a infantil y primaria el próximo curso y en la secundaria solo se permitirán con finalidades educativas, tal como recomienda la Unesco.